Disfruten de la Nochebuena en familia, con los amigos, con sus recuerdos. Pero no dejen a un lado sus compromisos, sus valores, sus principios. Pueden ser los remedios para muchos males y la solución a no pocos problemas.
Tendremos la Nochebuena más calurosa de los últimos siglos. O quizá una de las menos frías. Desde luego una de las más secas. Aquí ya no hay nieve ni en el decorado. Debemos tomar conciencia y actuar..
Un problema, que lejos de ser anecdótico, hipoteca la salud y la supervivencia de las generaciones futuras. Sí, la de esos que están sentados a la mesa junto a usted esta noche de familia y recuerdos.
El calentamiento del Planeta es ya un hecho, la destrucción de la capa de ozono, la elevación del nivel de los mares y de los océanos, un desastre natural sin precedentes del que ya casi nadie duda hasta que nos llegue el agua a los pies.
Hace años les acusaban de alarmistas, ahora todo el mundo tiene miedo. Pero el pavor no debe paralizarnos, sino que debemos tomar conciencia sobre el asunto y, también en Nochebuena, recordar que solo nuestros principios nos salvarán de las catástrofes.
Por eso digo que es tan importante que miren a los ojos a sus hijos, a las generaciones a quienes debemos donarles un Planeta que merece ser al menos como el que nosotros heredamos. No tenemos excusa, ni siquiera en Nochebuena. Los valores no se cambian por nada.
Aunque ya no haya nieve.
Editorial “Sin nieve en Nochebuena”
