Borrell reconoce que la ayuda europea no será «un cheque en blanco»

Borrell reconoce que la ayuda europea no será “un cheque en blanco”

Las ayudas europeas para la recuperación económica no serán “un cheque en blanco”, pero tampoco “la de los hombres de negro”. Así lo ha manifestado Josep Borrell, ex ministro de Asuntos Exteriores y vicepresidente de la Comisión Europea (CE).

Comparecía en la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social del Congreso de los Diputados. Acudía como vicepresidente de la CE, no como Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, cargo que también ostenta en el club comunitario.

En su comparecencia, Borrel afirmó que la condicionalidad para las ayudas europeas, cuando se aprueben, no será “la de los hombres de negro y las famosas troika que intentaban garantizar los ajustes macro severos”. En cambio, tampoco van a ser “un cheque en blanco”.

Despejaba así la duda de que no habrá una condicionalidad macroeconómica ya que se trata, esta vez, de “recapitalizar la economía para hacerla más resistente”. No es, por tanto, recuperar el equilibrio presupuestario.

Borrell explicó que las ayudas tendrán una “condicionalidad orientada a un fin”. Los fondos tendrán que destinarse a objetivos como reforzar la digitalización y la transición ecológica. Asimismo, el refuerzo de las cadenas de valor y la autonomía estratégica de la Unión.

Admitió, en respuesta a Gabriel Rufián, portavoz de ERC, que “nada es gratis” y que los fondos tendrán que devolverse.

La devolución de los fondos sera conjunta, según Borrell

Así, los 750.000 millones de euros que la Comisión Europea tiene intención de dedicar a este fondo se dividen en 500.000 millones en subvenciones y 250.000 millones en préstamos. Se obtendrán mediante la emisión de deuda propia de la Comisión. Explicó que la devolución la harán conjuntamente los 27 en los presupuestos europeos futuros y en función de lo que cada uno aporte a esos presupuestos.

Bruselas quiere aportar además “recursos propios”, con impuestos a las actividades digitales, al plástico sea la importación de productos con más emisiones de carbono. Por el momento no será así a las transacciones financieras. Se esperará a que haya un acuerdo en la OCDE.

Con todo y con eso, habrá que, posteriormente, llevar a cabo ajustes, si es necesario, graduales “en función de las circunstancias”. Tal es así, destacó, que las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento están suspendidas temporalmente. Este pacto obliga a que no se supere el 3% del PIB en el déficit público y que la deuda pública no supere el 60%.

En ese sentido, indicó que “habrá que volver a comportamientos razonables de administración de las finanzas públicas”. En opinión de Borrell, ya que los países europeos saldrán de esta crisis con niveles de deuda superiores al cien por cien del PIB, no ve probable que se intente volver al 60% “a marchas forzadas”. Eso sería desperdiciar los estímulos actuales.

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