750.000 millones de euros es la cifra del fondo de recuperación propuesta por la Comisión Europea destinado a los gobiernos para afrontar la crisis económica derivada del coronavirus. Casi el 67% (500.000 millones) de esa cantidad será a través de transferencias directas. El resto, será en préstamos.
Paolo Gentolini, comisario de Economía, así lo ha anunciado a través de Twitter. En el mensaje subraya que es “un punto de inflexión europeo para enfrentarse a una crisis sin precedentes”.
Estas son las características básicas del fondo de recuperación que Ursula von der Leyen, la presidente del órgano ejecutivo de la Unión Europea, llevará ante la Eurocámara. Además, presentará el borrador del presupuesto del club europeo para los próximos siete años, dotado con un total de 1,1 billones de euros.
El plan recoge la propuesta de Angela Merkel, canciller alemana, y Emmanuel Macron, presidente francés. El planteamiento de ambos dirigentes incluía 500.000 millones en transferencias directas. Se añade el de países como Holanda o Austria que querían incluir una parte en forma de créditos.
Este fondo de recuperación se nutrirá mediante la emisión de deuda por parte de la Comisión Europea, con bonos con vencimiento de un máximo de 30 años. La devolución de esta deuda comenzaría en 2028 hasta culminarse en 2058. Este mecanismo ya se empleó durante la crisis financiera como ayuda a Irlanda y Portugal. La diferencia es que entonces la cifra fue mucho menor.
El propio presupuesto de la Unión respaldar a la emisión de estos bonos. Para la devolución, Bruselas pretende crear nuevas fuentes de ingresos. Entre ellas, un impuesto al plástico, pero también una parte los beneficios del sistema de comercio de emisiones. Asimismo, un gravamen a las multinacionales digitales y una tasa a la entrada de carbono al bloque comunitario.
560.000 millones del fondo de recuperación, en transferencias
Casi el 75% del plan (560.000 millones) se transferirá a los Estados miembros mediante la llamada Facilidad para la Resiliencia y la Recuperación (RFF). Se trata de una herramienta puesta a disposición de los gobiernos y que está compuesta por subvenciones y préstamos. Los Estados pueden solicitar estos fondos voluntariamente.
Con este instrumento se sigue en diseño presupuestario de la eurozona que se negoció el año pasado. Deja paso a una dotación destinada a toda la UE. Vinculado al Semestre Europeo, los gobiernos deberán utilizar estos fondos para acometer reformas e inversiones que se hayan pactado previamente con los organismos europeos.
A este fondo de recuperación se une una nueva medida denominada ReactEU, con un complemento de 55.000 millones de euros al presupuesto de la Política de Cohesión. En cambio, se distribuirá entre los países en función del impacto de la epidemia.
El borrador del ejecutivo comunitario contempla un presupuesto de 31.000 millones. Hasta 300.000 millones se movilizarían para destinarlos a inversiones en las empresas más impactadas por el coronavirus.
El objetivo de este Instrumento de Solvencia se trata de reducir las diferentes capacidades de los Estados en sus ayudas al tejido industrial. Esto es algo que ha quedado evidente en las distintas respuestas nacionales hasta el momento.
La propuesta de Bruselas incluye, en este segundo aspecto dirigido sector privado, duplicar la capacidad de financiación del plan iniciado por Jean-Claude Juncker. Ahora pasará a llamarse InvestEU.
Una segunda apuesta es la creación de la Facilidad de Inversiones Estratégicas, dotado con 15.000 millones para movilizar 150.000 millones en inversiones en sectores y tecnologías clave.
Refuerzo al Mecanismo Europeo de Protección Civil
Por último, crear un nuevo programa sanitario europeo –EU4Health-, dotado presupuestariamente con 9.400 millones de euros. Asimismo, un refuerzo al Mecanismo Europeo de Protección Civil, que contaría con 2.000 millones más.
También, 94.400 millones de presupuesto destinados al programa Horizonte Europa que financia proyectos, entre otros, de investigación sanitaria.
Para terminar, se reservan 16500 millones de euros adicionales como fortalecimiento al apoyo de la Unión al resto del mundo, como en ayuda humanitaria.