Parece claro que el proyecto del Cholo Simeone está agotado y un perfecto sustituto podría ser José Bordalás, sugieren en fichajes.net. El actual técnico del Getafe cogió al equipo en zona de descenso a Segunda B. Ha ido subiéndolo hasta un tercer puesto en Liga Santander, solo por detrás de Real Madrid y FC Barcelona. Además está vivo en las eliminatorias de Europa League.
El Atlético de Madrid ya solo puede aspirar a hacer un buen papel en Champions League, pero tiene un hueso duro en frente: el Liverpool. Jürgen Klopp no se lo va a poner fácil precisamente.
A pesar de los grandes logros de Simeone, que ha llevado a los rojiblancos a la élite, en esta temporada se espera poco más. El Cholo acabará la temporada, pero lo previsible es que deje el club y será el momento de que Bordalás se haga cargo del vestuario.
Por estilo y por nivel, Bordalás debe ir al Atleti. Su progresión ha sido de escándalo y si se traslada su éxito en el club azulón a uno de los grandes, puede ser ilimitado. Las posibilidades son grandes y a poco que ambas partes se esfuercen, en verano el alicantino de 55 años podría dirigir el cuadro colchonero.
José Bordalás comenzó su etapa como técnico en 1993, entrenando al filial del Alicante. Antes, debutó en 1980 como jugador en el Hércules, donde permaneció hasta los 21 años. Las cesiones han marcado su trayectoria deportiva dentro del campo.
Bordalás encadenó varias cesiones
Después de siete temporadas en el Hércules, fue cedido sucesivamente al Español de San Vicente, Orihuela Deportiva, Villajoyosa, Rayo Ibense y Benidorm. Después jugó en el Dénia, Torrevieja, Petrelense, otra vez en el Español de San Vicente para acabar en el Altea. Siempre, en Tercera División, aunque al final de su carrera también lo hizo en Regional Preferente.
A los 28 años colgó las botas debido a las lesiones, en 1992. Fue entonces cuando se dedicó a entrenar. Empezó en 1993 en el Alicante B, al que hizo campeón de Primera Regional de la Comunidad Valenciana. Así, tras ascender al filial, empezó con el primer equipo.
Como en su vida como jugador, fue pasando a unos y otros equipos. En 1995 entrenó al Benidorm, al año siguiente al Eldense y luego al Muchavista. Tras ello, volvió a ocuparse del banquillo del Alicante, en 1998. En la temporada 2000/2001 logró que ascendiera a Segunda B y se clasificó 6º, lo que le dio derecho a disputar la Copa del Rey. Abandonó el equipo al terminar la temporada en loor de multitudes.
Cacereño y Novelda fueron sus siguientes destinos, para luego regresar al Alicante en 2004. Ahí permaneció una temporada más, hasta que en la lo fichó el Hércules. Después de tan solo siete jornadas, fue destituido nada más empezar la temporada 2006/2007.
Tras un año en blanco, fichó por el Alcoyano en 2007, donde el contrato le ligaba una temporada, siendo renovado por dos más. En cambio, debido a la situación económica del equipo de Alcoy, rescindieron el contrato con un acuerdo bilateral.
Recala entonces en el Elche, con grandes logros. A pesar de ello, y pese a haber liderado la clasificación en Segunda División en su tercera campaña en el club ilicitano, el equipo caía al octavo puesto. Cinco encuentros perdidos tuvieron la culpa y fue destituido poco antes de acabar la temporada en 2012.
Pasa a entrenar fuera de la Comunidad Valenciana
En el verano de ese mismo verano, ficha por el Alcorcón, pero los resultados no acompañaron y ambas partes decidieron no renovar. Sin embargo, en febrero de 2014 vuelve a ser contratado por el club de Santo Domingo. Al terminar la siguiente campaña, dejaría el equipo alfarero.
En junio de 2015 ficha por el Deportivo Alavés, logrando el ascenso a la División de Honor, a pesar de lo cual se rescindió su contrato. Tras el verano de 2016 se anuncia su fichaje por el Getafe. Próximo destino, Atlético de Madrid.