Meritxell Batet, presidente del Congreso, ha comunicado a la dirección del PSOE que no optará a la reelección en el cargo en la nueva legislatura.
La próxima semana, en concreto el 17 de agosto, se constituirán las Cortes Generales surgidas tras las elecciones generales del 23 de julio.
Batet ni siquiera presidirá esa sesión constitutiva, sino que lo hará el diputado o diputada de mayor edad. Al presidente de esa sesión lo asistirán los dos congresistas más jóvenes.
Así, la socialista ha presidido dos legislaturas, elegida en mayo de 2019 y, posteriormente, después de los comicios generales de noviembre de ese año.
Sin embargo, la renuncia de Batet a la reelección no es algo nuevo. En enero ya adelantó que no le “hace falta” continuar al frente de la Mesa del Congreso.
Entonces, preguntada en una entrevista en RNE acerca de si le gustaría repetir en el cargo, respondió contundente: “Bueno, pues no hace falta, la verdad”.
Este martes ha confirmado su deseo de no renovar si hay oportunidad de que un miembro del PSOE, PSC en su caso, vuelva a presidir la Cámara Baja.
No obstante, confía en que se conforme una mayoría progresista que permita a su partido mantener la Presidencia del órgano de gobierno del Congreso. De ese modo, ha dicho, “continuar con los grandes avances logrados en esta legislatura”.
Así, la diputada catalana, número ‘uno’ socialista por Barcelona, ha insistido en su apoyo al proyecto que encabeza Pedro Sánchez.
Para ella, ha señalado, “ofrece las mejores soluciones a los problemas de la ciudadanía frente a aquellos que solo ofrecen retroceso”.
Con todo, hay algunas voces destacadas del Hemiciclo de la ya extinta XIV Legislatura que casi aplaudirían la renuncia de Batet.
Incluso, miembros relevantes de la formación socia del Gobierno de coalición. Este mismo lunes, Pablo Echenique, hasta ahora portavoz de Podemos en el Congreso, advirtió de que sería “una temeridad” que volviera a presentarse.
Asimismo, la criticó por asuntos como la retirada del escaño a Alberto Rodríguez o los ataques de Vox contra la ministra Irene Montero.