El anteproyecto de ley del aborto que se prevé apruebe el Gobierno el próximo martes en Consejo de Ministros incluirá la baja por menstruación dolorosa.
Se trata de un importante avance en materia de salud laboral para las mujeres. Fuentes gubernamentales señalan que se considerará como una incapacidad temporal que asume la Seguridad Social desde el primer día.
Por tanto, la baja por menstruación dolorosa no supondrá coste alguno para las empresas.
Asimismo, no precisará de un tiempo mínimo cotizado ni se establecerá un número máximo de días. Dependerá de las jornadas que necesite cada mujer. No sucede así con otras incapacidades temporales comunes.
En ese sentido, Ángela Rodríguez, secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, había anticipado que se incluiría en la norma.
De ello habló en declaraciones a los medios en Palma de Mallorca, donde se reunió con la consellera balear de Presidencia.
Con esta medida, España se sitúa en la “vanguardia” de los derechos de salud y reproductivos. Asimismo, reivindicó que el derecho laboral “no puede ser neutro al género”.
De este modo, se desbloquea la negociación en el seno del Ejecutivo y pone de acuerdo a las partes.
Así lo explicó José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Señaló que se trabajaba con Igualdad con el fin de encontrar un “equilibrio” para reforzar la “protección” en estos casos.
Además, para hacerlo compatible y que no se vea “entorpecida” la “plena” participación en el mercado de trabajo de la mujer.
Ningún país de la Unión Europea cuenta con una norma en esta materia, aunque Italia lo intentó en 2017.
En cambio, por ejemplo, Japón fue uno de los primeros en contemplar la baja menstrual y está vigente desde 1947. Corea del Sur la adoptó en 1953, mientras que Indonesia cuenta con una normal desde 2003. También, Taiwán, o Zambia, en este caso desde 2015.
Sin embargo, todas ellas son bastante más deficientes que la regulación que aprobará el Gobierno el martes.