Alegó que la DUI fue simbólica.
Así la calificó Artur Mas, ex presidente de la Generalitat, ante el juez Llarena en su declaración de ayer en el Tribunal Supremo, tras lo cual quedó en libertad sin fianza. Posteriormente, a la salida de su declaración, manifestó a los medios de comunicación que intentó explicar al juez y a los fiscales “la verdad de las cosas” del procés, que el referéndum del 1 de octubre fue real y que la declaración de independencia del 27 tuvo un valor “puramente simbólico”, pero que no se retractaba de nada: “Sigo defendiendo la soberanía del pueblo de Cataluña, el derecho a decidir e incluso la idea de independencia entendida como un futuro Estado catalán. Pero también he explicado que este proceso soberanista había nacido de la raíz del pueblo catalán y que las instituciones catalanas han intentado acompañarlo con una voluntad de entendimiento con Estado español que no ha tenido contrapartida”.
La investigación por el proceso independentista fue ampliada en DUI siempre por el juez Llarena, extendiéndola a varios dirigentes políticos, al considerar que el procés se pudo desarrollar bajo la dirección y coordinación de un comité de estrategia, entre los que estarían los presidentes y portavoces de los grupos parlamentarios independentistas del anterior Parlament, el propio Artur Mas, los presidentes y secretarios generales de los partidos secesionistas y la presidenta de la Asociación de Municipios por la Independencia, Neus Lloveras. Este comité estratégico se menciona en el documento EnfoCATs, en el que se dibujaba la hoja de ruta después de la DUI, y del que, supuestamente, formaba parte Mas como presidente del PDeCAT.
No existía el comité estratégico
Artur Mas ha negado la existencia de ese comité: “Se nos convocaba a una serie de reuniones de carácter muchas veces informal, con composición de personas variable en las que se hablaba de política. Si los políticos no podemos hablar de política, ¿de qué podemos hablar? Somos personas elegidas por el pueblo que tenemos mandatos políticos y electorales que debemos intentar cumplir, y eso exige diálogo entre nosotros. Mal iríamos si los políticos no se vieran para intentar implementar los mandatos electorales”, continuó hablando los medios.
Después de declarar ante el juez Llarena, el ex presidente de la Generalitat ha quedado en libertad sin fianza y después de haber respondido a las preguntas de acusación y defensa. Vox, ejerce la acusación particular, pidió la libertad de Mas bajo fianza de 60.000 euros, retirado el pasaporte y comparecencias judiciales quincenales. Fiscalía y abogado del Estado también solicitaron la libertad bajo fianza, pero el juez, entendiendo que no hay riesgo de fuga, ni destrucción de pruebas y que la posibilidad de reiteración delictiva es menos clara que en otros casos, al no estar ya en primera línea política, rechazó las peticiones de fianza y otras medidas cautelares, pero le preguntó al ex dirigente catalán si estaría dispuesto a comparecer cada vez que se le fuera requerido, a lo que respondió afirmativamente.