“Apología de la política aburrida”, por Pedro Molina Alcántara.

Pedro Molina Alcántara.

Sirvan estas palabras que dan forma a una nueva tontería semanal escrita para hacer apología de la política aburrida, que no del aburrimiento en política: son cosas distintas. Porque a mí ya lo que me aburre es tanta política concebida como mero show, que puede tener su punto divertido, trepidante como montar en una montaña rusa: pero poco o nada ayuda a resolver los problemas de la ciudadanía de a pie: la mejora de la calidad de los servicios públicos, las ayudas a familias y empresas… En fin, todo lo que es necesario aunque no tenga tanto tirón mediático. Cada vez me recuerda más la política española actual a ciertos programas de televisión que me parecen poco edificantes.

Me da mucha pena observar que quien se mueve un milímetro de su trinchera para dialogar con calma y buscar consensos es un traidor a su causa, quien no promete épicas revoluciones o retrata a sus adversarios como agentes del caos y enemigos de las esencias patrias es un Don Nadie o una Doña Nadie. Si ésta era la nueva política, a mí que me tatúen en la frente la palabra “anticuado”. Si la política fuese un pub, yo pediría un buen cóctel de firmes convicciones mezcladas con gestión eficaz y moderación.

En fin, Sr. Gabilondo, si tuviera oportunidad de trasladarle unas palabras le diría que me encantaría estar empadronado en Madrid el próximo 4 de mayo aunque solo fuese para poder votarle. Me cae bien usted por su altura ética e intelectual y también porque no me lo imagino levantando la voz en exceso o aporreando salvajemente la mesa o la tribuna. De sobra sabe que hay quien le dice que es un soso, yo pienso que es un hombre sosegado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *