En un gesto claramente hipócrita, Israel ha pedido a Naciones Unidas y a agencias humanitarias que operan en Rafá que ayuden a evacuar la ciudad al sur de la Franja de Gaza.
Esto incluiría a la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos a la que las autoridades israelíes acusan de ayudar a Hamás.
También incluye a otras organizaciones a las que han ido expulsando de los territorios que han ido ocupando ilegalmente.
Ahora, tratan de diluir la responsabilidad del genocidio que planean completar al anunciar que el Ejército de Israel atacará Rafá.
Un enclave donde se refugian 1,5 millones de palestinos obligados a trasladarse huyendo de las bombas israelíes en el norte.
Esa fue la orden que dio Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel: que el Ejército se prepare para ocupar por tierra Rafá.
De hecho, este lunes ya ha habido bombardeos, con la excusa de liberar rehenes que están en manos de Hamás.
Un ataque que habría causado, al menos, 164 muertes de civiles y heridas a otras 200, el Ministerio de Sanidad del enclave, controlado por los terroristas islámicos.
Así, Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, alerta de que una incursión terrestre israelí en la ciudad gazatí sería “aterradora”.
Provocaría un número “excesivamente elevado” de civiles muertos y heridos. “La perspectiva de una operación de este tipo en Rafá, tal y como están las circunstancias, entraña el riesgo de que se cometan más crímenes atroces”, advierte.
Además, conllevaría el fin de la poca ayuda humanitaria que entra en Gaza, causando “enormes implicaciones para toda” la Franja.
Agravaría, asimismo, la situación de cientos de miles de personas en riesgo grave de inanición y hambruna en el norte.
Alarma en la UE por el ataque a Rafá
Por su lado, Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, ha respondido al intento de ‘lavado’ por parte de las autoridades israelíes de la imagen de Israel.
De este modo, Borrell se cuestionaba: “Van a evacuar, vale, ¿a dónde? ¿A la Luna? ¿Dónde van a evacuar a esta gente?”, indicó.
A ese respecto, Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, ha avisado de que la operación terrestre sobre Rafá empujaría a los gazatíes hacia la frontera con Egipto. Al mismo tiempo, alerta de que ya no hay sitio seguro en Gaza.
Entretanto, Borrell pide a Estados Unidos que deje de vender armas a Israel, cuando el Gobierno del país norteamericano dice sentirse alarmado por la posibilidad del ataque.
En ese sentido, afirmo que “es contradictorio decir que hay mucha gente siendo asesinada. Hay que parar de pedir las cosas por favor y empezar a tomar medidas”, exigió.
De seguido, recordó que un tribunal de La Haya ha ordenado a Países Bajos que deje de exportar a Israel piezas para F-35 porque podrían usarse contra Gaza.
“Mi pregunta es: aparte de palabras, ¿qué más creemos que debemos hacer? La UE piensa que el balance de muertos es demasiado alto, ¿hay alguna posibilidad de reducirlo? La UE no manda armas a Israel, otros lo hacen. Si piensas que el balance de muertos es muy alto, quizás puedes hacer algo para bajarlo”, destacó.
Una alusión al rol que Washington dice estar jugando en el conflicto y que, ahora, se hace crucial una mayor presión sobre Israel.
Para terminar, Egipto ha advertido a Netanyahu de que suspenderá los Acuerdos de Camp David (1979) si presiona a los palestinos de Gaza para que crucen la frontera egipcia. Precisamente, por el paso de Rafá.