Terminan las negociaciones entre Gobierno y PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
El presidente del Consejo General del Poder Judicial, CGPJ, y del Tribunal Supremo será, si se aprueba el pacto sellado entre Gobierno y PP, Manuel Marchena, actualmente máximo responsable de la Sala de lo Penal. De ser así, no dirigirá el juicio contra los líderes del procés.
Marchena es un reconocido jurista del ala conservadora de la Judicatura y, a cambio de ceder la presidencia, el PSOE ha conseguido mayoría progresista dentro del poder judicial, con 11 vocales, frente a 9 designados por los populares.
El todavía presidente de la Sala de lo Penal goza de un fuerte liderazgo dentro del Tribunal Supremo con una clara línea conservadora que no hará que sea fácilmente aceptado entre los sectores progresistas del mundo judicial. Por su parte, Podemos tampoco lo ve bien y exige un consenso con el PSOE que permita a la formación morada elegir cuatro vocales. Ciudadanos, por su lado, decidió quedarse fuera del acuerdo puesto que rechaza el sistema de reparto entre partidos.
Pablo Casado, presidente del PP, ha mostrado su satisfacción por el pacto y por los nombres que figuran: “La independencia y prestigio de los profesionales propuestos es evidente, como es el caso del propio Marchena, que es uno de los juristas más importantes que ha tenido nuestro país”.
El acuerdo también es satisfactorio para los socialistas porque la mayoría del futuro CGPJ será progresista. Han argumentado que el pacto alcanzado “pretende la salida al bloqueo de la justicia” y “recuperar la normalidad institucional”.
Por otro lado, existe el riesgo de que los independentistas catalanes vean este nombramiento como un mensaje negativo, puesto que consideran al presidente elegido como el ideólogo del juicio del procés y de las duras medidas adoptadas contra los líderes del independentismo catalán que llevaron a Oriol Junqueras y a otros dirigentes a prisión preventiva, en la que permanecen desde hace más de un año.
Sin embargo, otras voces presentan este pacto con ciertos elementos positivos para el independentismo y sus líderes.
Marchena ya no dirigirá el juicio ni será ponente y un nuevo presidente tendrá que ser elegido por el nuevo CGPJ con mayoría progresista, así como un nuevo ponente.
Suena como el más probable para presidir el juicio Andrés Martínez Arrieta, de 63 años y con 20 de experiencia en el Supremo, siendo el miembro más antiguo del tribunal que enjuicie el procés. Él mismo podría asumir la redacción de la sentencia.
El tribunal que iba a juzgar a los independentistas estaba formado por Marchena, Martínez Arrieta, Juan Ramón Berdugo, Antonio del Moral, Andrés Palomo, Luciano Varela y Ana Ferrer. Lo previsible es que Susana Polo, magistrada progresista que se incorporó a la Sala de lo Penal en julio, ocupe la plaza que deja Marchena, dando un mayor peso al sector progresista en el tribunal. Este hecho podría haber sido determinante para que el PSOE aceptara ceder la Presidencia y el nombre de Marchena.
No obstante, éste no quedará apartado del juicio puesto que preside el alto tribunal y, por su liderazgo en él, podría tener gran influencia en el proceso.
Ni proces ni historias, creo que el partido socialista no deberia haber entrado en ese juego,el jurista es un jurista desde que ha sacado la plaza, y no haberlo hecho a la chita callando como se ha hecho, muy dado en el PP, como si la ciudadania no se diese cuenta con los medios de comunicación que hay en la actualidad. Me parece una barbaridad olvidarse de la calle que es donde está el caladero de votos. Un saludo