“A mejor o a peor”, por Francisco Estepa Vílchez.

Francisco Estepa Vílchez.

La vida me ha enseñado que algunas personas carecen de la capacidad de empatizar con el dolor y sufrimiento ajenos. Desconozco cuál es la proporción entre quienes comparten el dolor cuando lo ven en otros y entre quienes son incapaces de sentir absolutamente nada o incluso ser capaces de sentirse bien ante el sufrimiento ajeno. La prueba más reciente es la chulería con la que VOX y su candidata a la Comunidad de Madrid, se han mostrado ante las amenazas de muerte a unas personas que cumplen su función como representantes públicos y por estar al frente en instituciones del Estado en la lucha contra el terrorismo y la violencia, o simplemente por oponerse frontalmente al fascismo y representar una amenaza a la ultraderecha.

Me resulta especialmente indignante que sean este tipo de personas las que puedan progresar en las sociedades humanas y lleguen a ser quienes lideren y gobiernen en sus comunidades. En regímenes autoritarios, puedo entender que la fuerza de las armas sea lo que decante quien esté al frente, pero en regímenes democráticos, donde la decisión está en la voluntad de la ciudadanía, me resulta inconcebible que pueda haber mayoría de personas que den su apoyo a quienes no se inmuten ante la muerte y defiendan la insolidaridad y el abandono de quienes sufren y necesitan de la ayuda de la sociedad para salir de la marginalidad y la pobreza.

Mentir sobre los menores extranjeros no acompañados, olvidando, por ejemplo, que “la manada” de violadores de Pamplona eran “hijos de bien” que nos avergonzaron a la mayoría de los españoles e incluso ensuciaron el buen nombre de la Guardia Civil, es un ejercicio despreciable de mentes insensibles y enfermas, que no se paran a calcular cuanto nos cuesta mantener en la cárcel al yerno del Rey, a un ex vicepresidente de José María Aznar o lo que nos cuesta toda una vida viviendo de la política de algunos líderes que han demostrado ser muy poco útiles a una sociedad democrática cuando no condenan las amenazas de muerte.

A veces escuchamos que “tenemos lo que nos merecemos” y no creo que los madrileños sean tan insolidarios, que se merezcan peores servicios públicos que el resto de España, aunque desde luego que si hay mayoría que quieren pagar menos impuestos que el resto de españoles, tendrán que conformarse con los servicios públicos que estén dispuestos a pagar entre todos ellos, o casi todos, porque hay quienes prefieren ocultar sus ingresos y evitar pagar los impuestos que les corresponden, mientras agitan la bandera de España con una cerveza en la terraza de un bar. Cada vez que hay unas elecciones, es una oportunidad para cambiar el destino de nuestra sociedad… a mejor o a peor.

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