Confirmado. Se podrá circular por toda España con total libertad a partir del domingo 21 de junio, cuando decaerá el estado de alarma. Y esto será incluso en aquellas zonas o áreas que no hayan culminado todas las fases del plan de desescalada. Son casos como la Comunidad de Madrid, el área metropolitana de Barcelona o algunas provincias de Castilla y León.
En rueda de prensa, Salvador Illa, ministro de Sanidad, lo ha dejado así de claro desde el Palacio de La Moncloa. Comparecía ante los medios para explicar los cambios de fase que el próximo 15 de junio entrarán en vigor. Galicia, anunció, saldrá del estado de alarma para entrar en la “nueva normalidad”.
Salvo Madrid, Barcelona y su área metropolitana, parte de Lleida, Ávila, Salamanca, Segovia y Soria, el resto de España entrará, el lunes, en la fase III. Las citadas, que se mantendrán en fase II, entrarán en la “nueva normalidad” sin pasar por la última fase de la desescalada. La situación epidemiológica así lo permite, según el Gobierno.
El ministro señaló que, sin el instrumento del estado de alarma, no se puede restringir de manera general un derecho fundamental como la libertad de circulación.
Ante un eventual rebrote de la epidemia en otoño, explicó, el Ejecutivo contará con una alternativa a esta situación de excepción para un nuevo confinamiento o la limitación de movimientos si es necesario. Con todo, Illa quiso destacar que el estado de alarma es un “instrumento constitucional” que “ha funcionado muy bien”, como ha quedado demostrado.
Afirmó que, “si hay que volverlo a usar, ojalá no sea así, se usará, pero es el instrumento que hoy en día nos permite controlar la movilidad”.
Alternativas al estado de alarma
Una delegación del Gobierno mantuvo ayer una reunión en Moncloa con Ciudadanos. El objetivo de ese encuentro era, precisamente, estudiar posibles reformas para afrontar rebrotes sin recurrir al estado de alarma. El ministro Illa no participó en esa reunión.
Ahora, una vez decaído el estado de alarma el próximo 21 de junio, la decisión acerca de confinamientos puntuales corresponderá a las Comunidades Autónomas. Es lo que hizo, por ejemplo, el Gobierno regional de Canarias en un hotel en Tenerife. Lo mismo sucedió con el cierre de Igualada en Cataluña. En cualquiera de los casos, se necesitará el aval de un juez.
El ministro de Sanidad dejó bien claro que estos confinamientos permitidos por la ley deben ser “muy quirúrgicos”. Precisó que se pueden hacer “sobre unidades familiares o sociales concretas”. Por tanto, no se permite una “limitación generalizada de la movilidad de los españoles”.
Coincidiendo con ello, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, con la legislación actual, se puede confinar a un grupo determinado de personas, pero no tomando como base una unidad territorial. Sí se limitaría la movilidad “de los contactos estrechos” de los casos de coronavirus que se detectasen.
La cuestión, amplió Simón, sería si se da “una transmisión comunitaria ampliar descontrolada”. “Ahí es cuando sí que habría que plantearse si hay que cerrar o no unidades territoriales”, añadió. Detalló que no sería lo mismo en un municipio rural que en un barrio de una gran ciudad.
El director abundó en que “la restricción de la movilidad en unidades territoriales fuera del estado de alarma no es algo que se pueda aplicar legalmente de una forma sencilla. En algunas situaciones se podría aplicar la ley de medidas especiales de salud pública del año 86, pero en muchas otras probablemente no”.
Desde el 21 de junio solo se podrá confinar a personas o grupos de personas
Esto explica que se haya optado por la identificación de casos de contagio de manera individual para luego proceder a actuar sobre grupos de personas.
En esa línea, Simón ha alertado de que la entrada de viajeros y turistas a España a partir del 1 de junio puede dificultar esa labor. En especial si esas personas permanecen poco en el país y nos da tiempo a identificarlas. De hecho, indicó que alrededor del 60% de los nuevos contagios registrados en España son casos “importados”. La mayoría regresan al país desde Estados Unidos o América Latina.
Como en ocasiones anteriores, el ministro ha vuelto a apelar a la “responsabilidad individual” como “clave” de la nueva normalidad. Por ello ha insistido en que la población no le “pierda el respeto al virus”, porque sigue estando ahí.
En consecuencia, hizo un llamamiento a que se respete la distancia interpersonal de al menos 1,5 metros y que se use la mascarilla cuando no sea posible mantener esa separación. Asimismo, el lavado frecuente de manos y extremar la higiene en espacios públicos y privados. Reiteró que con que todo el mundo cumpla con esas medidas, hay “mucho ganado”.
Para terminar, quiso hacer hincapié en que a partir del 21 de junio España recupera la normalidad. También en lo referente al marco competencial de las Comunidades Autónomas.