El programa electoral del partido de ultraderecha persigue desmantelar todo el sistema de protección social logrado en los últimos 40 años.
Entre las medidas que Vox pretende impulsar en su programa electoral figuran la reducción de las cotizaciones sociales a la Seguridad Social, “hasta la media existente Unión Europea”, y un sistema de pensiones semiprivado. Precisamente, y en relación a éste, el partido de ultraderecha habla de “avalancha de pensionistas” y de un sistema público que es “un lastre para el crecimiento económico de España, un escollo insalvable para reconducir las finanzas públicas a la senda de la estabilidad y una espada de Damocles sobre los propios pensionistas”.
Ante ello, y asegurando que el sistema de pensiones no es sostenible, apuesta por dos soluciones. Por un lado, unos parches que alivien la sostenibilidad del sistema, retrasando la edad de jubilación, nuevos incentivos para prorrogar la vida laboral y el aumento del número de años cotizados como requisito para cobrar una pensión.
Entendiendo que, aún así, estas medidas no serían suficientes a largo plazo, proponen como “única salida” un sistema semiprivado, al que denominan “mixto”: por un lado, una pensión mínima garantizada por el Estado y, por otro, una privada aportada por el propio trabajador, en concreto la mitad de su cotización, en una cuenta individual gestionada por fondos privados de inversión.
La implantación del sistema sería del siguiente modo. Los menores de 25 años y quienes por primera vez se afilien a la Seguridad Social ya se les aplicaría este sistema mixto sin paso previo. Los trabajadores de entre 25 y 45 años gozarían de la libertad “bien de permanecer en el régimen de reparto -el sistema actual-, bien de trasladarse al sistema mixto”. Por último, los mayores de 45 años continuarían en el sistema reparto.