Este virus se extiende como la pólvora. Hace que nos demos cuenta de que en esta sociedad, privatizada, globalizada y con una terrible gestión del PP en este país, haya dado lugar a que estamos en manos del capital privado dispuesto a dar servicio eficaz solo para ricos.
Sin embargo, estamos viendo que nuestro futuro es la sanidad pública universal y con profesionales que hacen el mil por mil por nosotros.
Da vergüenza, sin embargo, ver en Madrid cómo los hoteles se medicalizan para atendernos y los hospitales privados cobran hasta 800 euros por hacer la prueba que nos diga si tenemos el virus… o no.
Tenemos pues lo que nos merecemos. Nos hemos acomodado a tener todo a nuestro alcance y a no dar valor a las tiendas y locales de comercio de nuestros barrios, solo a ir a grandes superficies y a cadenas que fabrican en China y que son capaces, ya veis, de paraliza el mundo.
El problema es que no somos capaces de exigir producción aquí que cree puestos de trabajo y riqueza; hemos dejado de saludarnos con el carnicero, con el panadero, para convertirnos en una sociedad que aunque se muera solo le interesa limpiarse el culo.
Damos pena como sociedad. Estar en casa 15 días y valorar ciertas cosas, quizás nos haga reconocer el valor de las pequeñas cosas y sobre todo de las personas.
Saludos desde Bilbao, tierra de txikiteros, mujeres bravas, hombres trabajadores y sobre todo de fraternidad.