Socialdemocracia: la política del presente y del futuro

Por Mari Ángeles Solís del Río.
Para construir un futuro próspero e igualitario, se han de forjar unos cimientos sólidos en el presente que estamos viviendo y, sólo mediante la política, es posible transformar la sociedad.
Pero la política que logre ese futuro, ha de ser una política social y económica que persiga la justicia social, que se comprometa con la democracia representativa y con el Estado de Bienestar. Su objetivo tiene que ser la creación de las condiciones para que, el Capitalismo, de cómo resultado democracia, igualdad y solidaridad.
Estamos hablando de la Socialdemocracia, cuyo compromiso es reducir la desigualdad, erradicar la pobreza, apoyar los servicios públicos universales y los derechos de los trabajadores y sindicatos, haciendo respetar la negociación colectiva.
Reformas políticas necesarias en la sociedad actual, como es la participación ciudadana, la protección del medio ambiente y la integración de las minorías sociales. Son los valores de la política progresista.
El proyecto Socialdemócrata ha contribuido en Europa, en este último medio siglo, a la mejora del nivel de vida de los trabajadores, a la paz social y al consenso político. Sin duda alguna, ha sido determinante en la construcción de la Unión Europea.
Hoy en día, la Socialdemocracia defiende distintos objetivos, como son, salud universal y servicios sociales para todos los ciudadanos, sistema de Seguridad Social para contrarrestar los efectos de la pobreza y asegurar los ingresos en casos de desempleo y jubilación, garantizar los derechos de los trabajadores, la protección de los consumidores, la defensa del Estado de Derecho a través de la democracia representativa, protección del medio ambiente y financiación de las energías alternativas, economía mixta (regulada democráticamente), impuestos progresivos para financiar los gastos del gobierno, promoción de la justicia social, derechos humanos, sociales y civiles, libertades públicas, protección de los derechos humanos, inmigración y multiculturalismo.
La ideología Socialdemócrata se sitúa en el centro-izquierda. Con la creencia en las libertades individuales y gobiernos elegidos democráticamente, también es necesaria la protección de los grupos minoritarios y la creación de programas que beneficien a los pobres. Así como es indispensable el apoyo a los trabajadores, la educación gratuita y la igualdad de género.
Llegados a este punto, podemos decir que la Socialdemocracia es la doctrina política cuyo objetivo es una transición pausada desde el capitalismo de mercado hasta el socialismo, usando la democracia y reflejándose en el parlamentarismo.
Los defensores de la Socialdemocracia han asimilado los principios del socialismo ético. No reconocen la lucha de clases como fuerza matriz, sino que defienden sus intereses y sus derechos por medio de los convenios, entre sindicatos y patronal.
Partidarios de una política social fuerte, abanderando los derechos de las minorías, otorgando facilidades económicas y sociales a los más necesitados y redistribuyendo la riqueza. Considerando la gran importancia de la cooperación internacional y la paz mundial.
Para finalizar, la Socialdemocracia es necesaria ya que la forman un conjunto de valores que son los mejores para caminar por una sociedad globalizada. Es un modelo de prosperidad, en el que los altos impuestos para mantener el Estado de Bienestar conviven con un gobierno limpio, un medio ambiente sostenible, educación y sanidad pública de calidad, y la voluntad de hacer reformas en momentos de crisis, no lleva consigo renunciar a la esencia del modelo socialdemócrata.

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