Este jueves, la Ley de Amnistía ha comenzado su andadura en el Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta.
Y son, precisamente, los populares los que han avanzado que plantearán un conflicto con el Congreso para exigir la retirada de la norma.
Para ellos, la Ley de Amnistía es inconstitucional y “fraudulenta” su tramitación. Por eso, después de que la Mesa de la Cámara Alta la admitiera, anunciaron el recurso.
Una medida que podría acabar en el Tribunal Constitucional si la Cámara Baja no atiende a las exigencias de los senadores del PP.
En todo caso, dicho recurso no impedirá que la norma siga su tramitación, que, como mucho, los populares dilatarán dos meses. Es decir, hasta el 16 de mayo.
Antes, la iniciativa deberá pasar por el órgano de gobierno del Senado y aprobarse en el Pleno de la Cámara Alta, algo que se da por descontado.
Así, la medida se ha anunciado durante una interpelación a Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes.
En ese sentido, Alicia García, portavoz del PP en el Senado, ha señalado ante los senadores que la Ley de Amnistía es “una reforma encubierta de la Constitución”.
Tramitación “fraudulenta” de la Ley de Amnistía
Asimismo, acusó al PSOE de llevar a cabo “tramitaciones fraudulentas con tal de salirse con la suya”. “Por un lado está la legalidad y por otro Pedro Sánchez”, apostilló durante el anuncio de la iniciativa.
Previamente, los letrados de la Cámara Alta habían mostrado precisamente esta posibilidad de plantear un conflicto entre ambos órganos constitucionales.
De este modo, una vez que el Senado haga la petición formal al Congreso para que suspenda la tramitación de la norma, la Cámara Baja deberá pronunciarse en un mes.
Si no atiende su reclamación, la Cámara Alta podría acudir a la Corte de garantías, de acuerdo con la ley orgánica del Constitucional.
No obstante, “la última palabra en la Ley de Amnistía la tendrá el Congreso”, ha advertido Bolaños.
A su vez, acusó a los populares de plantear este conflicto de competencias “para agradar a la ultraderecha y que no se enfaden”.
Y es que Vox ya se preparaba para ese mismo paso del PP, presentando un escrito a la Mesa para iniciar los trámites pertinentes.