Hasta un 100% ha crecido la compra de drogas en la dark web desde 2014 en Inglaterra, según datos publicados en la encuesta mundial sobre drogas que recoge Quo. Más de 100.000 personas de más de 30 países fueron encuestados, siendo Inglaterra el tercer país en drogas ilegales, de tras de Escocia y Brasil.
El consumo de droga es en sí un riesgos, pero también, y más, lo es comprarla por Internet. Al aportar los datos personales en la dark web, señala el Dr. Adam Winstock, fundador del estudio, y has dado tu nombre, “alguien sabe que has comprado droga, luego existe la posibilidad de que te chantajeen”.
Hay que distinguir entre dark web y deep web. Esta última sólo es el contenido no indexable, por lo tanto, al que no puedes llegar desde Google o cualquier otro buscador, pero dentro de Internet normal. Son formularios, bases de datos o contenido protegido con contraseña.
En cambio, la dark web es una red que no es rastreable y contiene sitios web ocultos, un fragmento de la red a la que sólo se accede a través de aplicaciones concretas y específicas, como TOR. Aquí, todo es anónimo y no puede ser rastreado, siempre cuando se pasa hacerlo. De ahí que sea lugar común para el comercio de drogas, armas y otro tipo de ilegalidades.
El riesgo más probable, si aportas tu tarjeta de crédito o tu dirección para que se te envíe lo que has comprado, es que se trate de una estafa y puedas llegar a ser chantajeado o extorsionado. La BBC, en su podcast The Next Episode habla de numerosos casos.
Con todo, la dark web no es tan mala como podría parecer, ya que, corren muchos bulos acerca de ella y contiene muchas páginas con contenido constructivo, al albergar a activistas perseguidos por regímenes sin libertad de expresión, permitiendo, así, que se describen las censuras locales.