En su discurso ante los asistentes al Congreso del Partido Socialista Europeo (PES), Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, se ha dirigido al PP.
Lo ha hecho “para pedir cordura y mesura, que acepte el resultado de las urnas y la legitimidad del gobierno que muy pronto formaremos en España”.
Asimismo que “tenga el arrojo necesario para decir no al abrazo del oso de la ultraderecha y que abandone la senda reaccionaria por la que hoy avanzan hacia el abismo”.
Así, Sánchez ha explicado que “con su voto, los ciudadanos nos dijeron el 23J que” sólo se gobierna España “si se reconoce su pluralismo político y su diversidad territorial”.
En cambio, continuó, “el PP solo se entiende y solo puede acordar con la ultraderecha, con nadie más”. Sin embargo, “el PSOE somos la fuerza que podemos acordar con todas las fuerzas políticas, salvo con VOX”.
A su vez, ha enfatizado que “el nuevo Gobierno saldrá previsiblemente respaldado por 179 de los 350 diputados y diputadas que conforman las Cortes Generales”. “Legítimos representantes de la voluntad popular”, apostilló.
Además, aseguró que, con esa fuerza y esa legitimidad que nos da poder “acordar con todos”, España contará “con cuatro años más de Gobierno progresista”. “Cuatro años más de avances sociales, de políticas progresistas y de convivencia”, añadió.
“España avanza con paso firme y decidido. Y lo va a seguir haciendo en los próximos cuatro años sobre la base de un acuerdo para formar un nuevo Gobierno de coalición progresista”, señaló.
“Un acuerdo que va a caminar para alcanzar el pleno empleo y converger en poder adquisitivo con los países de nuestro entorno”, ha apuntado.
Igualmente, “un acuerdo para fortalecer el Estado del bienestar”, ha lanzado.
Sánchez explica qué hace la ultraderecha en los gobiernos
De este modo, ante los máximos representantes del PES, comentó en español e inglés, que la ultraderecha en España está presente en las instituciones gubernamentales.
Desde el 28M, en el Gobierno de cinco comunidades autónomas y más de 130 ayuntamientos.
Así, acusó a la ultraderecha de convertir las instituciones “en plataformas desde las que expandir sus mensajes y políticas de odio”.
También, para llevar a cabo políticas para “retroceder en derechos de las mujeres, retroceder en libertades para la comunidad LGTBI”.
Al mismo tiempo, para “retroceder en la lucha contra el cambio climático; retroceder en derechos de los trabajadores y trabajadoras”.
En definitiva, “la derecha tradicional abdica, abraza las formas, los discursos y las políticas de la ultraderecha”.
Sin embargo, el 23J, “volvieron a subestimar la fuerza del Partido Socialista. Tan seguros estaban de ganar, como frustrados hoy por esa derrota”.
“Triunfó la responsabilidad democrática sobre la apatía. Triunfó la convivencia, la democracia, el progreso frente al retroceso” convirtiendo a España en “un dique en el que se estrelló la ola reaccionaria”, celebró.