Iniciar la mesa de diálogo en este mismo mes de febrero es la principal conclusión de la reunión mantenida ayer entre Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo, y Quim Torra, presidente de la Generalitat. Sánchez se ha ofrecido a liderar la parte del Gobierno para iniciar la `primera reunión. En cambio no ha podido concretar quiénes formarán parte de ella.
Fuentes del Ejecutivo señalaron que no se esperaba llegar ni a cerrarse la fecha para iniciar los trabajos de la mesa de diálogo. Sin embargo, tras hora y media de conversación, el propio Sánchez anunció que Torra había aceptador la propuesta de constituir la mesa.
En cambio, rechazó de plano la figura de un mediador, propuesta por JxCat puesto que cree que no es necesaria. El Ejecutivo irá a las conversaciones con la voluntad de que haya un “diálogo franco y transparente”. Además, se ha comprometido a hacer público ante los “47 millones de españoles” los acuerdos alcanzados.
Por otro lado, Torra ha planteado, confirmó el presidente del Gobierno, la intención del independentismo de ejercer el derecho de autodeterminación. También que reivindicó la amnistía para los líderes independentistas en prisión condenados por el procés.
En la mesa que se va a iniciar, las postura de partida son muy “dispares”
Se trata, dijo Sánchez, de una muestra de lo “dispares” que son las posturas de salida entre ambas partes. El Ejecutivo, por su parte, opta por profundizar en el autogobierno de Cataluña. A su juicio, “aglutina a más catalanes y representa mejor la pluralidad de la sociedad catalana”.
En ese contexto, admitió que el diálogo que se va a iniciar no será fácil ni se verán pronto los resultados. A pesar de ello, sostuvo, “el diálogo es el camino” para hallar una solución puesto que “la ley por sí sola tampoco basta”.
Sánchez no quiso vincular el desarrollo de la mesa de diálogo a la tramitación de los Presupuestos Generales. Dijo que tampoco se habló del adelanto electoral en Cataluña.