Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, y Yolanda Díaz, líder de Sumar, se reunieron este miércoles como inicio de unas negociaciones que ambos esperan que sean rápidas.
No han pasado ni 24 horas desde que el Rey encargó al también presidente del Gobierno en funciones intentar una investidura.
Así, ambos líderes confían en llegar a ella antes de que finalice octubre o a primeros de noviembre.
Por eso, han acordado acelerar los trabajos entre las comisiones negociadoras para avanzar en el programa de gobierno que marcará las claves en esta legislatura.
“Un programa ambicioso y de progreso que permitirá continuar con las reformas que España necesita y seguir avanzando en derechos”, señalan desde el PSOE.
De este modo, por la parte socialista, intervendrán en la comisión negociadora: María Jesús Montero, Santos Cerdán, Pilar Alegría, Hana Jalloul, Félix Bolaños, Óscar Puente y José Ramón Gómez Besteiro.
De hecho, esta comisión será la encargada de llevar a cabo los contactos y negociaciones con los Grupos Parlamentarios del Congreso, con excepción de VOX.
Además, según sean los asuntos a tratar, asistirán distintos miembros de la comisión.
Coordinación entre Illa y Sánchez respecto a Cataluña
Respecto a las cuestiones relacionadas con Cataluña, Sánchez estará en coordinación permanente con Salvador Illa, primer Secretario del PSC.
Por su parte, Nacho Álvarez, negociador por parte de Sumar, ha confirmado que la voluntad de ambas formaciones es acelerar las negociaciones.
No obstante, afirmó en una comparecencia que en estos dos meses desde el 23J han estado hablando ambos partido y ya ha habido avances.
Con todo, para la formación fucsia es fundamental avanzar en materia social y laboral, asuntos en los que no ven progresos.
Entre ellos, vincular “el despido” a una causa jurídica objetiva, mejorar la conciliación y reforzar el derecho al acceso a la vivienda.
Dicho esto, lo que sí ha asegurado el Álvarez es que en Sumar no se conformarán con un acuerdo de mínimos. De ahí que se empeñen en lograr un programa “ambicioso”.
Pese a ello, no quieren hablar de “líneas rojas o líneas negras”. De lo que se trata, enfatizó, es de que el programa “resulte útil para seguir avanzando en derechos sociales, laborales y civiles para la ciudadanía”.
Respecto a la amnistía, aseguró que no hay discrepancias con el PSOE, pero que la formación fucsia negocia por separado con los independentistas.