Este lunes es el día elegido por Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, para revelar la composición del que será su futuro Gobierno.
Según hemos podido saber, durante el fin de semana el jefe del Ejecutivo ha mantenido contactos personales con todos los ministros en funciones.
En algunos casos, el contacto ha sido presencial y en todos les habría comunicado si cuenta con ellos u ocupará otra persona su cartera.
Eso sí, si los Ministerios como tales continúan, ya que, según algunas fuentes, Sánchez pretende reducir su Gabinete.
En todo caso, el presidente sabe que se enfrenta a una legislatura más que complicada, con una oposición cuyo objetivo será la agitación y la división.
Precisamente, a ello se ha referido en unas declaraciones este domingo Pilar Alegría, ministra de Educación y FP en funciones.
En ellas, acusa a Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, de haber decidido “convertir el papel de la oposición en un papel de ofensiva, agitación y división”.
De hecho, los populares han continuado con su estrategia de acoso y derribo, con un Juanma Moreno, presidente de Andalucía, denunciando que Sánchez hace lo que le da “la gana”.
“Hay contrapoderes para que el que está en uso del poder no pueda hacer lo que le dé la gana”, ha señalado.
Habría que aplicarlo también a Isabel Díaz Ayuso, jefa del Ejecutivo madrileño, y a sí mismo –recuerden Doñana, por poner un ejemplo-.
En breve, seguiremos viendo y oyendo a Ayuso atacar sin pausa ni piedad, con más fiereza, si cabe, al Gobierno
Sea como sea, Sánchez ha pedido total discreción a los todavía ministros y ministras y a quienes lo serán.
Con ello trata de evitar filtraciones que puedan alterar el normal desarrollo de los nombramientos.
Promesa y toma de posesión, el martes
Así, lo previsible es que este lunes comunique desde Moncloa la lista de los futuros responsables de las distintas carteras.
Tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) tomarán posesión de sus cargos ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela.
Posteriormente, después del traspaso de carteras, se reuniría el primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno.
Con todo, las fuentes señalan que, salvo sorpresas, continuarán Nadia Calviño, María Jesús Montero, Teresa Ribera y Félix Bolaños.
Por descontado, Yolanda Díaz, en virtud del acuerdo PSOE-Sumar. Podría ocupar la vicepresidencia tercera, en vez de la segunda que ostenta ahora aún en funciones.
También prevén que, por ejemplo, Alegría continuará como ministra, además de otros, aunque prefieren evitar especular.
Precisamente, esas especulaciones hablan de que para la formación fucsia podría haber cinco Ministerios, la misma cantidad que tenía Unidas Podemos.
Así, algunos, como el de Sanidad y Cultura, pasarían a manos de Sumar, que recaerían en Mónica García y Ernest Urtasun, respectivamente.
De igual modo, las quinielas apuntan a que habría otras dos carteras, para Sira Rego y para Pablo Bustinduy.
Los retos del Ejecutivo de Sánchez
Así las cosas, el Gobierno afronta una legislatura plagada de complicaciones en la que tendrá que negociar un día sí y otro también.
Los independentistas catalanes no se lo van a poner fácil, el que menos, Junts, pero tampoco los vascos: Bildu y el PNV. Estas cuatro formaciones suman 25 votos.
En principio, los cuatro grupos parlamentarios sostienen que en la medida de que se vayan cumpliendo los distintos puntos de los acuerdos, facilitarán la estabilidad.
Según algunos expertos, la geometría variable ha desaparecido ya que sólo hay dos bloques: el de los que apoyaron la investidura y el de los que no. Ya no hay un Ciudadanos en el que Sánchez se apoyó en ocasiones.
Por tanto, ante sí, el grupo socialista tendrá que hacer encajes a todas horas y durante toda la legislatura.
En todo caso, los expertos coinciden en que el Ejecutivo dará prioridad, a corto plazo, a la agenda social. De este modo, tratará de compensar y, si puede, desplazar el debate respecto a la amnistía.
Sin embargo, no resultará sencillo porque los acuerdos sellados con los siete partidos no son todos congruentes entre sí.
En consecuencia, los negociadores tendrán que buscar fórmulas para el cumplimiento de todos, lo que resulta un completo rompecabezas.