Turquía tiene en su mano presionar a Rusia para que deje de utilizar la crisis alimentaria como “arma de guerra” y volver al acuerdo de exportación de grano de Ucrania.
Así se lo ha trasladado Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, a Hakan Fidan, ministro de Asuntos Exteriores turco en una conversación telefónica.
En ella, ha agradecido los esfuerzos de Ankara para mantener el acuerdo de exportación de grano. Asimismo, le ha instado a que medie ante Rusia para que deje de usar la crisis alimentaria como “arma de guerra”.
A ese respecto, le ha manifestado la necesidad de tratar el uso “inhumano” que, para él, está haciendo Rusia de esta crisis.
Por ello, ha pedido a las autoridades turcas que presionen a Moscú para que cese en ese empeño.
Cabe recordar que Rusia dio por finalizado el acuerdo para la exportación de grano desde puertos ucranianos el pasado 17 de julio. Un pacto alcanzado en julio de 2022 y que se renovó por última vez en mayo de este año.
De este modo, Moscú volvía a poner en riesgo de hambruna a millones de personas y a una posible subida de los precios.
Así, Rusia acusó a Ucrania de incumplir el acuerdo de exportación de grano y trasladó a Turquía y a Naciones Unidas sus “objeciones”.
Asimismo, advirtió de la retirada de las garantías de seguridad para la navegación en las inmediaciones del Mar Negro.
Tal es así que el Ejército ruso ha incrementado sus ataques contra instalaciones portuarias de la ciudad de Odesa. En ellas, Ucrania almacena toneladas de grano y cereales.
Además, con el decaimiento del acuerdo se cierra el corredor humanitario en el noroeste y se disuelve el centro conjunto de coordinación de Estambul.
Hasta el momento, los esfuerzos de Naciones Unidas y Turquía para que Rusia regrese a la Iniciativa del Cereal del Mar Negro no han tenido fruto. No obstante, Moscú dice que está dispuesto a volver cuando se cumplan las condiciones del acuerdo.
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