Después de casi dos horas de reunión por videoconferencia, los ministros de Economía y Finanzas de la UE han sellado un acuerdo político para la reforma fiscal europea.
Unas nuevas reglas de gobernanza que vuelven a limitar la deuda y el déficit de los Estados tras estar congeladas cuatro años por la pandemia.
Se han necesitado meses de debates y propuestas, pero en la cita de este miércoles se ha alcanzado el pacto para la reforma fiscal europea.
Antes, Italia retiraba sus reparos para disponer de más margen fiscal para acometer la transición ecológica de la industria.
De este modo, las nuevas reglas “darán certidumbre a los mercados financieros y reforzarán la confianza en las economías europeas”.
Son palabras de Nadia Calviño, ministra de Economía, quien ha calificado el acuerdo como el “broche de oro” de la Presidencia española del Consejo.
Según ha trasladado, las nuevas reglas son más “creíbles” y “realistas”. Además, atienden a la realidad económica después de la pandemia, con un elevado déficit y una deuda también alta en todos los países miembros.
Así, las nuevas reglas son el resultado de lo aprendido en la crisis financiera y se adaptan a la realidad de cada país, explicó Calviño.
En ese sentido, “incorporan redes de seguridad para asegurar que todo el sistema es equilibrado en términos de disciplina fiscal y también de impulso al crecimiento económico”. En todo caso, dijo, son “las mejores reglas posibles”.
Por su lado, Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, incidió en que las normas preservarán la sostenibilidad de las finanzas públicas.
“En un momento de importantes retos económicos y geopolíticos, no hay tiempo que perder” para dar espacio a la inversión e impulsar reformas, señaló.