Para Joe Biden, presidente de Estados Unidos, la rebelión del Grupo Wagner ha debilitado “completamente” a Vladimir Putin, jefe del Estado ruso.
Respondía a los medios de comunicación que le preguntaron si ve a Putin más débil ahora que hace una semana. “Sé que lo es”, ha asegurado Biden con rotundidad.
A su juicio, “está claramente perdiendo la guerra”. “Es difícil de explicar. Se ha convertido en un paria en todo el mundo. Y no sólo en la OTAN, ni es sólo en la Unión Europea, es también en Japón”, afirmó.
De este modo, el inquilino de la Casa Blanca mostraba el grado de desafección hacia el presidente de Rusia.
Dicho esto, Biden ha mostrado claramente su opinión acerca del impacto que la rebelión del Grupo Wagner ha podido tener cobre el liderazgo ruso.
Y eso, pese a que en sus primeras declaraciones después del alzamiento de los paramilitares de Yevgeni Prigozhin intentó ser cauto. Se limitó a desvincular a Estados Unidos y Occidente del motín.
Así, el grupo paramilitar se rebeló a última hora del viernes, llegando a tomar la ciudad de Rostov, sede en Rusia del mando sur del Ejército.
Posteriormente, las columnas de los mercenarios de Wagner tomaron rumbo a Moscú, avanzando en la región de Lipetsk.
Su intención, se ha desvelado ahora, era pedir explicaciones al Ministerio de Defensa de Rusia por haber matado, supuestamente, a sus hombres en un bombardeo.
También, detener a toda la cúpula militar, especialmente, a Sergei Shoigu, ministro de Defensa, con quien mantiene una profunda enemistad.
Fue a unos 200 kilómetros de la capital rusa cuando los paramilitares de Prigozhin se detuvieron, para luego replegarse.
Era el efecto de las negociaciones que Aleksander Lukashenko, presidente bielorruso, mantuvo con el líder de los mercenarios. Se dieron media vuelta y retrocedieron hacia sus acuartelamientos.
La conclusión a día de hoy es que Prigozhin se ha exiliado en Bielorrusia con la promesa de Putin de perdonarle todos los cargos de traición contra él.
Además, a los hombres de Wagner, el presidente ruso les ha ofrecido también exiliarse en Bielorrusia o firmar un contrato militar con el Ejército.