El objetivo de prohibir la venta de coches de combustión en 2035 “será difícil” si antes no se bajan los precios de los eléctricos a “niveles competitivos”.
Así se afirma en un informe sobre el sector nacional del automóvil. En él se sostiene que en España existe el “riesgo” de que no se consiga abaratar los precios de los vehículos eléctricos para ese año.
De este modo se ha manifestado el 62% de los expertos consultados, para quienes prohibir los coches de combustión se convertiría en una meta “utópica”.
Respecto a los aspectos que tendrá que afrontar el sector del automóvil en España para mejorar la penetración del coche eléctrico se encuentran varios factores.
Entre ellos, destacan la falta de inversión en infraestructuras de carga y la “lenta renovación” del parque automovilístico. Esto hace que “aumente el peso de los vehículos de más de 15 años”.
No obstante, casi el 80% de los consumidores se plantea ya adquirir un vehículo eléctrico. Asimismo, el informe señala que en 2024 España dejará de estar en los últimos puestos en la penetración de este tipo de vehículos.
Con ello coincide el 85% de los expertos, que creen que para entonces “empiece a revertirse” la situación.
Por otro lado, algunos fabricantes apuntan a que esa lenta penetración se debe a la “percepción” de que los eléctricos son más caros que los coches de combustión.
Esto “ya no es real” gracias a “las ayudas e incentivos que hay actualmente”.
Asimismo, por la falta de infraestructuras. En la actualidad hay unos 15.000 puntos de carga pública, lo que se queda “muy lejos de los 45.000 que era el plan para este año”.
Dicho esto, “según el Gobierno, a finales de 2023 la estimación es de 100.000 puntos de carga en España”.
Por tanto, “estamos seguros de que la infraestructura dejará poco a poco de ser un problema”, explica un fabricante.
Otra cuestión es la financiación de una compra de coste elevado y una inversión de gran importancia para una economía doméstica.
En ese sentido, parece emerger como la mejor solución el cambio de modelo de coche en propiedad por el de pago por uso.
Precisamente, el renting a particulares elimina toda incertidumbre, como el coste mensual o las preocupaciones sobre posibles averías, impuestos, seguros o el mantenimiento.
Además, por otro lado, asociaciones de concesionarios de la automoción defienden que se necesitan deducciones fiscales y aumentar los puntos de recarga.