Andrea Levy, la presidente del Comité de Derechos y Garantías del PP, toma el relevo en las críticas populares al Gobierno. Y lo hace, precisamente, hablando de división en el Ejecutivo, cuando no han pasado ni quince días desde la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo.
Si hace unos días Cuca Gamarra, portavoz parlamentaria del partido de Pablo Casado, llamaba cobarde a Pedro Sánchez, ahora es el turno de Levy. Manifiesta su preocupación porque “la nueva crisis interna dentro del Ejecutivo se traduzca en descontrol y caos”. El país, dijo, necesita “un Gobierno unido para gestionar y coordinar la situación”.
En ese sentido, señaló que existe una crisis interna en el Gabinete del presidente. Es “una crisis matrimonial que hace que la relación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ya no sea tan feliz en el colchón de Moncloa”.
Quizás el jefe del Ejecutivo “vuelva ahora a no poder dormir por las noches pensando que Podemos está en el Gobierno”. Ante ello, desde el PP hacen un llamamiento al Ejecutivo para que coordine y gestione las políticas contra la epidemia.
“Se busca Gobierno de España ante una crisis nacional que afecta a todas las Comunidades Autónomas. Sus competencias son ineludibles y no se puede lavar las manos. Tienen muchos ministros, pero poco Gobierno que gestione”, señaló en declaraciones analizando la situación política.
Después de ese preámbulo, Levy anticipó que Casado irá a su cita en La Moncloa del próximo miércoles con un plan, el ‘Plan Casado’. Pidió a Sánchez que no haga “oídos sordos” a las propuestas del líder popular.
Son unas propuestas orientadas a “mejorar la vida de los españoles”. Por ello, a su juicio, el presidente no puede negarse a aceptarlas por ser “rehén de socios independentistas y proetarras, atado desde la investidura”.
Parecía más una ironía cuando subrayó el sentido de Estado del PP, que ejerce una “oposición positiva responsable”. Según precisó, el plan de Casado incluye propuestas sanitarias, jurídicas y económicas para afrontar la crisis provocada por la epidemia.