Parte del cuerpo técnico de la selección femenina de fútbol que se proclamó campeona del mundo en Australia ha puesto sus cargos “a disposición” de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). También Sonia Bermúdez, seleccionadora nacional Sub-19.
Responden, de este modo, a la no dimisión de Luis Rubiales, presidente de la RFEF, su discurso y “la conducta” del dirigente respecto al beso a Jenni Hermoso.
Asistentes técnicos, preparadores físicos, entrenadores de guardametas, un técnico analista e incluso el seleccionador femenino Sub-17 y Sub-16 firman un comunicado.
En concreto, Montse Tomé, Javier Lerga, Eugenio ‘Kenio’ Gonzalo, Blanca Romero, Carlos Sánchez y Rubén Jiménez, además de la citada Bermúdez.
Además, a ellos se han unido Javier Velázquez, Ander Ruiz y Elena Fernández, de las selecciones femeninas de categorías inferiores. Un total de 11 cargos a los que renuncian sus titulares.
En el comunicado manifiestan “su más firme y rotunda condena ante la conducta mostrada” por Rubiales. Por tanto, toman la decisión “de poner sus cargos a disposición” de la RFEF.
Asimismo, los firmantes remarcan que Rubiales “no presentó su dimisión” en la Asamblea General Extraordinaria celebrada ad hoc.
Al contrario, “ofreció un relato que no refleja en modo alguno lo sentido por la citada jugadora, quien ha manifestado expresamente que se sintió ‘víctima de una agresión’”.
Así, “esta parte del Equipo Técnico apoya a Jennifer Hermoso haciendo suya la versión ofrecida por esta”, trasladan.
Rubiales ofreció mejoras al cuerpo técnico de la selección femenina
A su vez, puntualizan lo sucedido en dicha Asamblea respecto a Tomé y Bermúdez. La polémica surgió cuando Rubiales les ofreció a ambas una mejora en sus competencias dentro de la selección femenina y se las ve aplaudiendo.
Ante ello, en el comunicado se matiza que tuvieron que asistir a ese cónclave obligatoriamente. “Se produjo”, explican, “un hecho especialmente hiriente para este cuerpo técnico”.
“A varias de las integrantes femeninas del ‘staff’ técnico se les obligó a colocarse en primera fila, exponiendo su imagen”.
De este modo, según sus palabras, desde la RFEF intentaron “dar a entender a la sociedad y jugadoras, que compartían las tesis del presidente” federativo.
Destacan que “por todo ello, los y las abajo firmantes, ante las inaceptables actitudes y manifestaciones realizadas por el máximo dirigente de la RFEF, han tomado la decisión de poner sus cargos a disposición de la misma”.
Muestran, igualmente, su apoyo al comunicado de todas las campeonas del mundo y varias jugadoras internacionales de ahora y de antes.
Por último, defienden que aceptan “la parte de responsabilidad” que les toca respecto a la “reestructuración y profesionalización de la selección femenina Absoluta”.
Algo por lo que “siempre” trabajaron “con la mayor de las motivaciones y profesionalidad”.