Podemos rechaza cualquier cambio en la Ley del ‘sólo sí es sí’ que implique un retorno al modelo legislativo anterior. A juicio de la formación morada, dicho modelo se aprecia en la propuesta del Ministerio de Justicia, presionado por la derecha.
Así se ha manifestado Isa Serra, coportavoz estatal de Podemos, dejando claro que van a proteger el “corazón” de la norma.
Sostuvo que el problema no está en el texto, sino en la aplicación “incorrecta” por una pequeña parte de los jueces.
Desde la sede del grupo confederal, en rueda de prensa, ha remarcado que en Podemos no comparte el planteamiento del Ministerio.
Explicó que no aceptan la intimidación y violencia en vez del consentimiento porque supondría un “calvario probatorio” para la víctima.
En cambio, sostuvo que la senda para eludir la “preocupación” y la “alarma social” por las reducciones de penas está en lo planteado por Igualdad.
Incluiría, por ejemplo, que los juzgados de violencia de género también se especialicen en violencia sexual, así como una mayor formación de los jueces.
Según ha dicho Serra, PSOE y Unidas Podemos han trabajado múltiples posibilidades para acabar con el problema. Sin embargo, coinciden en que modificar el Código Penal no impedirá que haya casos de rebajas de condenas-
Por otra parte, la dirigente morada no contempla un escenario en que el PSOE llegue un acuerdo con el PP para reformar la norma.
Al contrario, todo se han volcado para tratar de alcanzar un acuerdo en el seno del Gobierno. Serra no conocía aún que los socialistas van a presentar su propia propuesta para modificar la ley.
En la misma línea de lo manifestado por la coportavoz del grupo confederal, Ione Belarra, líder de la formación morada, ha escrito en Twitter que el “consentimiento tiene que seguir en el centro del Código Penal”.
“No podemos volver al calvario probatorio de demostrar que nos resistimos lo suficiente”, ha destacado. Reacciona, así, a la advertencia de varios cargos de Podemos que apuntan que el PSOE quiere volver a un modelo basado la legislación anterior.
Esto supondría, en opinión de Belarra, volver a cuestionar a la víctima, además de criticar la cesión a las presiones de los populares.