Una semana después del terremoto la población afectada en Haití sigue sin recibir asistencia sanitaria ni alimentos

Una semana después del terremoto la población afectada en Haití sigue sin recibir asistencia sanitaria ni alimentos

Ha pasado casi una semana del devastador terremoto que sacudió Haití el fin de semana pasado y la comunidad internacional parece seguir de vacaciones. Numerosas aldeas gravemente afectadas siguen sin recibir ayuda humanitaria. Ni asistencia sanitaria ni alimentos.

Es seísmo ha dejado ya 2.189 muertos y 12.268 heridos, mientras que 332 personas siguen desaparecidas. Entretanto, según informa desde Sud, al sur del país, el diario Le Nouvelliste, aldeas de Haití esperan que lleguen artículos que se necesitan con urgencia. Entre ellos, agua potable, alimentos, medicinas y tiendas de campaña.

La ayuda humanitaria tan solo ha llegado a las dos grandes ciudades de la zona afectada, en el suroeste del país caribeño. Esto es, a Los Cayos y Jérémie.

La tensión aumenta entre la población residente y se incrementan las dificultades. Ante ello, los representantes locales electos han pedido la mayor rapidez en las actuaciones del Estado.

Por su lado, Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, asegura que las instalaciones sanitarias están saturadas. Además, hay una veintena de ellas con daños graves y cuatro han quedado completamente destruidas por el terremoto de magnitud 7,2 del sábado.

Se necesita urgentemente personal médico, medicamentos y equipos de transporte de pacientes. Es una necesidad “inmensa”, calificó Etienne, por lo que ha insistido en su petición de ayuda a la comunidad internacional.

La situación del sistema de salud de Haití ya estaba gravemente infrafinanciado antes del seísmo. Es más, empeoró a causa de la epidemia de coronavirus. El terremoto del sábado ha llevado al caos absoluto al sistema sanitario haitiano.

Si los ciudadanos del país caribeño ya vivían en condiciones de pobreza extrema, el seísmo los ha llevado al abismo. Su situación anterior ya los convertía en una población especialmente vulnerable a los desastres naturales.

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