Azul es el nombre de la nueva formación.
Frauke Petry, hasta ahora de Alternativa para Alemania (AfD), que obtuvo un éxito inesperado en las elecciones generales celebradas en Alemania en septiembre, ha roto con esta formación fundando Azul, haciendo un giro de moderación. Su objetivo es seducir a los conservadores y al ala moderada de la extrema derecha alemana, aspirando a recoger el descontento y el sentimiento antisistema que empieza a hacer mella en la sociedad alemana. Definiéndose como conservadora y liberal, Petry pretende crear un espacio en el que los ciudadanos participen y se sientan representados porque “ya no confían en los partidos”.
Buceando en su programa, defiende transformar la UE en una confederación con acuerdos de libre comercio; defiende aumentar el gasto militar de defensa restablecer el servicio militar obligatorio, así como que las fronteras sean controladas por el gobierno alemán, no Bruselas, así como asimilar culturalmente a los inmigrantes. Todo ello, la creación de Azul, es consecuencia obvia de las luchas de poder internas en Alternativa para Alemania, algo que quedó evidente en el congreso del partido en abril. Fuentes de esta formación aseguran que Petry fracasará porque ya no hay espacio en la derecha alemana.