“Otro otoño triste”, por Antonio Miguel Carmona.

Antonio Miguel Carmona.

Leí en mi infancia el libro de Miguel Hernández, (principalmente) de sonetos, El rayo que no cesa. Publicado en el imborrable 1936 e inspirado en su amante Maruja Mallo. Contiene la obra un poema que se titula ´Otro otoño triste´, del que memoricé de niño las estrofas que acababan diciendo:

Y así esperando tu regreso,
otro otoño triste ha llegado sin ti.

Me ha venido a la memoria, como adelantando estaciones, por el dolor que siente la patria que advierto inerte y esperando, a veces, la llegada del cadalso de nuestra historia. Lugar del final de nuestros ideales y anhelos convertidos en añicos por políticos sin estancia.

Hemos vivido con estupor durante el confinamiento una vida parlamentaria llena de insultos y reclamaciones. Algunos diputados han convertido la sede de la soberanía en un estercolero de agravios y amenazas.

Mientras, las gentes morían y nuestros mayores se iban. Pensé, al menos tomamos nota de lo que ha sucedido, corregiremos errores, las regiones se confabularán apoyando al gobierno, la oposición será leal por vez primera y el Consejo de Ministros acertará eficazmente contra la pandemia.

Cuál es mi sorpresa que se nos ha echado encima lo que previne en estas páginas. El desolador paisaje que coloca a España en uno de los países donde el impacto es uno de los mayores de todos los de la OCDE. En este estío, decenas de miles de millones de euros dejan de financiar nuestra economía gracias al viento del turismo, ahora escaso y de bolina.

El turismo son nuestros pozos de petróleo y, su ausencia, nos hará pasar el peor de los otoños. El desempleo, la recesión, el déficit, las dificultades financieras, deberán afrontarse con solidaridad, pero sobre todo con inteligencia.

¿Hemos preparado nuestro sistema sanitario para una nueva oleada que ya se advierte este verano y que, si una vacuna urgente no lo remedia, volverá a teñir de muerte nuestros hospitales? ¿Estamos abastecidos para proteger a nuestros sanitarios o hemos echado al azar su vida?

Al tiempo, si otoño nos vuelve a traer la muerte, la alarma y el confinamiento, ¿hemos preparado nuestra economía para soportar un nuevo golpe recesivo? El gobierno de ahora debe ser el gobierno que en otoño arrostre tantas contingencias.

Mucho me temo que la división en el Ejecutivo, el disenso y las denuncias por corrupción en Podemos, la deslealtad de la derecha, el abandono de todos, nos dejará solos de nuevo frente a la batalla.

Y yo me pondré a las órdenes del presidente del Gobierno, de la presidente de mi comunidad autónoma y de mi alcalde. Lealmente. Y omitiré decir que ya lo habíamos advertido. Que, por tener un verano despreocupado, llegaba un otoño triste. Y volveremos a leer a Miguel Hernández cuando comenzaba el poema diciendo:

Ya el otoño frunce su tul
de hojarasca sobre el suelo.

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