Forma parte de las medidas adoptadas en la Declaración de Quito.
El pasado martes, 11 países latinoamericanos llegaron al acuerdo de aceptar, en función de la legislación de cada país, los pasaportes caducados de los migrantes venezolanos que huyen de su país ante la crisis económica y que está desbordando las medidas articuladas de atención humanitaria.
De este modo, se pone en marcha una serie de medidas adoptadas en la Declaración de Quito en la que 11 países que participaron en una reunión técnica que busca soluciones a la migración venezolana. Venezuela, a pesar de haber sido invitada, no participó.
También se insta a Nicolás Maduro, presidente venezolano, a que tome medidas para facilitar los documentos de identidad y de viaje para sus ciudadanos y evitar obstáculos a la hora de trasladarse.
Los firmantes son Argentina, Brasil, Ecuador, Costa Rica, Colombia, Chile, México, Paraguay, Panamá, Perú y Uruguay.
Sus delegados también trataron el acceso a servicios sociales básicos de los venezolanos, en función de la situación económica de cada país, así como la lucha coordinada contra la xenofobia y los delitos de tráfico de migrantes.
La Declaración de Quito también pide ayuda financiera y cooperación técnica internacional. La idea es solicitar cooperación internacional a las agencias de Naciones Unidas para refugiados y migrantes y a organismos multilaterales regionales, según ha señalado Santiago Chávez, viceministro de Movilidad Humana de Ecuador.
Se trabaja para establecer una cantidad de ayuda y que dependa del volumen de personas que han emigrado desde Venezuela a cada país.
Por su parte, Maduro dio instrucciones a Jorge Arreaza, ministro Asuntos Exteriores venezolano, para que “a través de notas diplomáticas se presente inmediatamente una protesta formal ante esta reunión que lo que hace es promover las campañas de xenofobia contra los venezolanos”. Así lo ha manifestado Delcy Rodríguez, vicepresidente de Venezuela.
A su vez, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente venezolana, ha afirmado en una sesión de este organismo que en la declaración “palabras más, palabras menos, terminan pidiendo plata” y aseguró que los venezolanos “se fueron por un tema personal”.
Desde ayer y hasta el lunes llegarán a Venezuela vuelos desde Ecuador, Perú y Argentina con ciudadanos de aquel país que han decidido “de manera voluntaria repatriarse”, ha declarado Jorge Rodríguez, ministro de Información.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, más de 1,6 millones de venezolanos han dejado su país desde 2015. Un 90% de ellos han ido a países sudamericanos.
Desde Venezuela se niegan las versiones sobre una crisis humanitaria que buscan “justificar una intervención” en el país y aseguran que el flujo migratorio de sus ciudadanos es “normal”.