El Real Madrid tiene tres delanteros: Benzema, Luka Jovic y Mariano, y en ese orden. El duelo a la hora de saltar al terreno de juego suele inclinarse por el serbo-bosnio. Así lo decide Zinedine Zidane, que es el que manda en el vestuario blanco. Ahora bien, no todo el mundo lo entiende.
Este domingo se jugó otro esperado Clásico. El encuentro inclinaría, supuestamente, la balanza de la competición liguera hacia el FC Barcelona o el conjunto merengue se marcharía líder del Santiago Bernabéu.
La otra opción, también posible, un empate, era que siguiera todo igual, con el Barça precariamente a dos puntos de los madridistas.
Lo cierto es que la igualada en el marcador amenazaba como resultado de otro Clásico. Se ve que Vinícius, primero, en el minuto 71, y Mariano, en el 92, no estaban por la labor. Jovic ni siquiera estaba convocado, para suerte del de Premiá de Mar.
Mariano entró en el campo en el tiempo de descuento, en el minuto 91. Todo el mundo sabe lo que eso significa: cumplir el trámite, por parte del entrenador. En cambio, él cogió el balón, corrió la banda, se plantó ante Ter Stegen y lo batió por el palo corto. Soberbio. Así, sin más.
2-0 en el segundo Clásico de la temporada. Cierto es que el encuentro estaba prácticamente finalizado, pero el premianense sentenció.
Y no es una sentencia cualquiera. El gol de Mariano puede ser crucial. Para empezar, pone el goal average particular a favor del Real Madrid. Si los blancos vuelven a necesitarlo, como sucedió en 2006-2007, ya lo tienen en el bolsillo. De estos detalles, como nos recuerdan en As, nadie se acuerda… hasta que los necesitas.
El gol de Mariano devuelve al Real Madrid la preeminencia
A efectos estadísticos, puestos a tirar de orgullo, el tanto del tercer delantero madridista da a los merengues el récord histórico de goles en Liga: 6.152 frente a los 6.151 del Barça. También desempata en el global de victorias de los encuentros entre madridistas y culés: 73 frente a 72.
No son pocos los que se preguntan por qué Zidane somete al ostracismo a un jugador como Mariano que no arroja la toalla cada vez que tiene ocasión. Un delantero que salta al terreno de juego con garra y bravura, justo lo que el técnico francés demanda de sus jugadores. El de Premiá es justo lo contrario de Jovic.
“Donde otros no quieren jugar esos minutos, Mariano sale a comerse el mundo”, elogiaba Álvaro Benito en El Partidazo. Zidane reconocía que “lo ha dado todo en tres minutos”, pero en el flash interview se le escapa: “Jovic está por delante”. Luego, se reafirmaba en la rueda de prensa: “Mariano es el tercer delantero”, y eso que, recordamos, Jovic no estaba convocado por decisión técnica.
Son muchos los que se preguntan por qué Mariano no hizo las maletas en enero en busca de un mejor futuro, ahora que está en plenitud de forma física. Apenas ha contado con 47 minutos, eso sí, sentenciando.
Al Real Madrid le quedan once jornadas por delante para sufrir si quiere alzarse con el título liguero. A ello se une que, si busca una nueva Champions, tendrá que remontar en el Etihad Staidum un muy adverso 1-2. Un poco de Mariano, es mucho.