“Las circunstancias”. Por Eduardo de Armiñán

Eduardo de Armiñán.

Concatenacion: Enlace de hechos o de ideas que guardan entre sí una relación lógica o de causa y efecto.  Ejemplo: Una concatenación de circunstancias.
La vida es una concatenación de circunstancias que tiene como resultado nuestro devenir por estos lares y, para algunos, por los lares del más allá.

Hace un año volví de México, acompañado de mi familia, y reiniciamos nuestra vida en España. Teníamos mucho camino recorrido, no empezábamos de cero, pero- para mí, por las citadas circunstancias- el cero estaba bastante presente.

Tuvimos todo el apoyo y cariño que necesitábamos de los amigos y de la familia -nunca lo olvidaré; es de bien nacido ser agradecido- pero en lo que respecta a mi trabajo, el mundo del cine,  no sucedió lo mismo. Puertas que yo creía que permanecerían abiertas de par en par, y en las que confiaba, estaban cerradas a cal y canto. Comprendí, por las citadas circunstancias, que no podía depender de nadie y que era hora de ser el artífice y responsable de mis proyectos. Pensé, aunque esté muy manido, que cuando muchas puertas se cierran alguna se abre. La primera en abrirse- la tengo en casa y nunca ha estado cerrada- fue la de mi mujer, Chara, que con su voluntad y determinación nunca ha desfallecido.

La concatenación de circunstancias me llevó a la puerta de Nicolás Avia y Teresa Cepeda- su puerta siempre ha estado abierta de par en par; son amigos mucho antes que compañeros de trabajo. Me ofrecieron acompañarlos a un campamento de refugiados saharaui en Argelia para hacer un documental sobre una ONG, Sahara Marathon. No había sueldo y me tenía que costear el viaje- sacar adelante un documental es una tarea ardua- y, sin dudarlo, les dije que me iba con ellos.

A los pocos días recibí una llamada de Nicolás; su hermano Diego -organizador de Sahara Marathon en España- nos ofrecía la posibilidad de acompañarles y trabajar en la organización del evento. El documental pasó a segundo plano y nos fuimos a Argelia, al campamento de refugiados de Smara, a cooperar con Sahara Marathon.

La experiencia fue lo que prometía y lo que comenzó como un episodio más de nuestra vida se convirtió en algo más profundo.

La familia con la que convivimos y nos acogió en Smara pasaron de ser meros anfitriones a formar parte de nuestras circunstancias. Un nuevo miembro de aquella familia estaba en camino y habían decidido llamarlo Eduardo por la amistad y cariño que se forjó durante aquella semana.

Pensando en las circunstancias y su concatenación decidí hacer un documental sobre aquel niño; se llamaría El niño de las dos culturas. Con mi mentalidad y costumbres europeas supuse que ya sabían que nacería varón, pero tuve un rastro de duda y decidí preguntar. La respuesta fue la lógica –allí las ecografías no son monedas de uso- no sabían si iba a ser niño o niña; Alá lo decidiría. Comprendí que no tenía ninguna importancia el sexo de la criatura que estaba por nacer, si era niño se llamaría Eduardo y el documental, El niño de las dos culturas; si era niña el documental pasaría a llamarse La niña de las dos culturas y su nombre lo decidiría la familia y, si tenía la fortuna de que me consultaran, les sugeriría que se llamara Elena.

Comencé a preparar mi viaje a Argelia para poder estar presente en el nacimiento de aquella criatura y a escribir la sinopsis de aquel documental. Me preocupaba la premura y las circunstancias en las que me encontraba. El principio del documental tenía que ser aquel bautizo y yo, por una infinidad de razones, tenía que estar presente. En medio de los preparativos recibí una llamada de Smara; la criatura había nacido y era un varón. Todo marchaba según lo previsto.

Poco después recibí una nueva llamada de Smara -era Marian, tía de la criatura- el niño había muerto; la mortalidad infantil en los campamentos es del 50%. La tristeza y desolación se apoderaron de mí. Una vez más las circunstancias hacían acto de presencia y se ponían al mando de la situación. El niño que iba a formar parte de las dos culturas y que tiraba de mí con gran fuerza para hacer un documental había muerto a los pocos días de nacer.

Tarde o temprano los duelos pasan y el mío no fue una excepción.

Algo nuevo está dando sus primeros pasos y, aprovechando la nueva edición del Sahara Marathon, volvemos a Argelia para hacer un documental, ésta vez acompañado y con más medios, sobre la resiliencia de los bereberes nacidos en el Sahara Occidental.

Espero que esta concatenación de circunstancias no se circunscriba, únicamente, al documental y vaya mucho más allá.

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