El valor de los contenidos ilícitos años que los internautas accedieron en 2017 alcanza un valor de 21.899 millones de euros.
El último estudio del observatorio de la piratería y los hábitos de consumo de los contenidos digitales que ha sido publicado, desvela que en nuestro país la piratería digital sigue mostrando unos índices muy altos. El pasado año, el índice cayó con un porcentaje del 6% en relación al año 2016, en cambio, en 2017, los contenidos ilícitos a los que se accedió alcanzó un valor de 21.899 millones de euros, lo que refleja un lucro de 1.857 millones.
ELZABURU, despacho especialista en propiedad industrial e intelectual, considera que en España la piratería digital supondrá en 2018 la pérdida de unos 120.000 empleos. Estas conclusiones fueron recogidas en el libro Derecho de marcas y proceso penal, escrito por el doctor en Derecho, Juan José Caselles, que es el responsable del área de piratería en ELZABURU.
“La erradicación de la piratería en España permitiría aumentar el 37% del empleo en la industria de contenidos, creando 20.375 nuevos puestos de trabajo directos y unos 150.000 empleos indirectos”, traslada Caselles.
De todos modos, la tendencia de la piratería, independientemente de estos altos índices, se dirige lentamente a la baja en España. Los resultados de 2015 fueron realmente escandalosos, en ese año “el 87,48 % de todos los contenidos que se consumieron fueron ilegales”. Estas cifras ponen de manifiesto que el Estado deja de recibir 547 millones de euros entre IVA, IRPF y cotizaciones a la Seguridad Social. “El sector intensivo en derechos de autor paga significativamente más que otros sectores, con una prima salarial del 64 %”, manifiesta Caselles.
El contenido las pirateado son las películas (un 33 %), después son las series (30%), los libros (24%) la música (22%), los videojuegos (11%) y el fútbol (10%), según expone el informe.
En un evento sobre piratería en el Mundial de Fútbol que fue organizado por ELZABURU en junio pasado, Juan José Caselles trasladó que nuestro país es el tercero de la Unión Europea en el que existe mayor impacto de falsificaciones deportivas, detrás de Letonia y Lituania, de este modo dobla la media europea en el porcentaje de las ventas.