La imputación de Francisco González enciende todas las alarmas en el BBVA

La imputación de Francisco González enciende todas las alarmas en el BBVA

Francisco González, ex presidente del BBVA, ha sido citado a declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón en calidad de investigado el próximo lunes 18 de noviembre en el marco de la investigación sobre las cloacas del Estado del caso Villarejo.

González deberá al magistrado titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 si encargó o conocía los trabajos de espionaje llevados supuestamente a cabo por el ex comisario José Manuel Villarejo para la entidad bancaria.

La Fiscalía Anticorrupción había pedido al juez tanto la citación para declarar al ex presidente del BBVA como a Juan Asúa, asesor de cabecera de Carlos Torres, actual presidente del banco, además de a Eduardo Arbizu, responsable de Regulación y Control Interno del BBVA.

En todos los casos, acudirán en calidad de investigados por presuntos delitos de revelación de secretos y cohecho en la pieza separada número 9 del caso Tándem, en el que se investiga también a Villarejo.

Javier Ayuso, ex director de Comunicación de la entidad bancaria, deberá, asimismo, acudir a declarar el mismo lunes en calidad de testigo. El miércoles comparecerá ante García Castellón el abogado del BBVA, imputada como persona jurídica en la causa.

El magistrado concluye en las imputaciones tras analizar la documentación intervenida al ex comisario y la declaración de Antonio Béjar, ex presidente de Distrito Castellana Norte, que señaló a González como responsable de la contratación de Villarejo.

El ex presidente del BBVA emitió el miércoles un comunicado en el que insiste en su “plena disposición a colaborar con la Justicia” e hizo hincapié en lo anticipado en otro comunicado del pasado julio.

“Nada más tener conocimiento a través de un medio de comunicación de la empresa Cenyt, vinculada al ex comisario Villarejo, impulsé una investigación interna en el BBVA”, destacaba González.

Según la investigación, el BBVA pagó al ex comisario hasta once millones de euros para que llevara a cabo operaciones de espionaje al grupo Sacyr cuando el banquero gallego era presidente del banco con sede en Bilbao.

En el marco de la operación Trampa se investiga el rastreo masivo de hasta 15.000 llamadas telefónicas que se intercambiaron en el trascurso de la operación de asalto a la constructora que preside Luis del Rivero.

González abandonó la presidencia de honor del BBVA después de hacerse público el escándalo, sabiendo que inevitablemente sería imputado, como así ha sido.

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