La difícil formación de un gobierno en Suecia

La difícil formación de un gobierno en Suecia

La ultraderecha será clave.
Complicado panorama político en Suecia tras las elecciones del domingo. El empate técnico entre el bloque de izquierda y el bloque de derecha enreda más la situación.

Mientras, la ultraderecha de Demócratas de Suecia, SD, se asientan en el Parlamento, aunque no hayan logrado convertirse en la segunda fuerza política.

Surgen notables paradojas. Mientras que estos esperaban lograr un crecimiento mayor, y se han convertido en la formación que más aumentado en votos, 4,7% respecto a 2014, su expectativa se ha quedado corta.

Al lado contrario, los socialdemócratas consiguen el peor resultado de su historia desde 1911. Pese a ello, ganan las elecciones con un 28,4% de los votos. Y aún así se sienten aliviados porque sólo han caído un 2,6%.

Los modelados de Ulf Kristersson también bajan: un 3, 5%. Se quedan con el 19,7% de los sufragios, 2,1 puntos por encima de los xenófobos de Jimmie Åkesson.
En contra del pronóstico, hasta bien avanzado el escrutinio anoche, por el que se creía que serían los moderados quienes intentaran formar Gobierno, será el actual primer ministro Stefan Löfven quien, en principio, reciba el encargo.

El Partido Socialdemócrata, La Izquierda y los Verdes acumulan 144 escaños, dos más que el bloque moderado de centroderecha. Además, les superan en tres décimas en el porcentaje de votos obtenidos.

Sin embargo, tan solo tiene garantizado el apoyo de un tercio del Riskdag, sobre todo por la debacle de los verdes que solo obtuvieron un 4,4% de las papeletas.

Kristersson lo tendría más fácil si aceptara el apoyo pasivo de Demócratas de Suecia. Esta opción se antoja imposible por la negativa de centristas y liberales.
Otra opción sería un gobierno de consenso con Annie Lööf a la cabeza, cuya formación ha crecido un 2,5%, del 6,1% al 8,6. Aún así, el Ejecutivo surgido seguiría siendo débil pues no alcanzaría el 51% necesario para gobernar con cierta tranquilidad.

El futuro de Suecia se presenta incierto. Cabría pensar que todo pase por la flexibilidad del centroderecha ante el SD. Así, moderados y Cristiano demócratas sugieren que tal vez sea buena idea aceptar cierta colaboración de Åkesson. Entre las cinco formaciones suman el 58% de los votos.

El extremismo del SD es el gran escollo para que se tome en consideración una colaboración suya. Para ello, debería limpiar su formación de elementos radicales.
Cuando el principio de la campaña, en el primer debate, Åkesson se dirigió a los demás líderes preguntándoles “¿por qué no queréis colaborar conmigo?”, la respuesta de la cristianodemócrata Ebba Busch Thor fue contundente: “No lo haré hasta que limpies tu partido”.

Y es que nueve candidatos del SD a las municipales, que se celebraban simultáneamente a las generales, tuvieron que retirarse después de que se conociera que habían pertenecido a grupos neonazis. En esto sí está de acuerdo su líder. No así respecto a actitudes xenófobas, como la de Bengt Hansves, tiene un facebook publicó: “Los zoomalíes -somalíes- son incompatibles con la cultura sueca”. No ha dimitido.

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