“Indultos o insultos”, por Francisco Estepa Víchez.

Francisco Estepa Vílchez.

Me preguntaba la pasada semana sobre lo que nos tocaría pensar en esta que estamos terminando y el asunto más machacado por los medios ha sido sin duda el tema del posible indulto a los condenados por el “proces” y no digo que no sea un tema sin interés informativo, pero es que creo que vamos a terminar de indultos muy cansados, cuando en realidad los españoles tenemos otros problemas más cercanos que de verdad nos afectan en nuestro día a día. En el proceso independentista ha funcionado el Estado de Derecho y los que violaron la ley fueron condenados y eso debería de servir como aviso a quienes se empeñen en seguir ese camino, el cual solamente sirve para que Casado y Abascal puedan seguir ocultando sus carencias, mientras nos distraen con la ardiente defensa de una España, grande y libre.

Verdaderamente que para mí no es ningún problema que un Gobierno conceda un indulto a alguien, porque el sistema penitenciario en España no sirve para reinsertar a los delincuentes… ¿o acaso el exministro Jaume Matas, el expresidente la Comunidad de Madrid Ignacio González, Iñaki Urdangarín cuñado del Rey o el ex vicepresidente del Gobierno de España Rodrigo Rato, no estaban ya reinsertados en la sociedad cuando entraron entre rejas y las penas de privación de libertad que han tenido, nos parecen ridículas?. Ponernos las tripas negras con algo que no pone en peligro a España y que no afecta a nuestro día a día, es algo que yo no contemplo entre mis opciones.

Parece que ya hemos olvidado los “indultos” que significaron el rescate del PP al sistema bancario español por importe de más de 64.000 millones de euros o los indultos del PP a esas autopistas que no llevan a ninguna parte y que ya han costado más de 1.600 millones de euros. Mientras tanto, cientos de miles de trabajadores mayores de 50 años están viviendo las consecuencias de los gobiernos del Partido Popular y con pocas esperanzas de mejorar su futuro si vuelve a gobernar la derecha.

Parece evidente que cuando la derecha está en la oposición, solamente sabe crispar a la opinión pública y eso tal vez se debe a que en España esa derecha que ocupa las altas instancias de sus partidos, hoy Casado, Abascal y compañía, no acepta la voluntad de la mayoría y no es capaz de hacer una oposición responsable. Es una derecha que está cómoda en el insulto para ocultar su falta de propuestas para atraer de forma inteligente a la sociedad y recurren al miedo y al odio.

Enfrente el trabajo sereno y constante para mejorar la vida de las personas, ampliar derechos y crear unas condiciones de vida en nuestra sociedad que acorten las diferencias sociales y limiten los privilegios de unos pocos sobre la mayoría. Entre los indultos y los insultos, yo me quedo con los indultos.

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