La 28 Cumbre del Clima de Naciones Unidas (COP28) llega a su fin este martes en Dubai y, con él, una “crisis” por el borrador de acuerdo final.
Un texto que deja fuera la mención a una “eliminación” gradual del carbón, el petróleo y el gas, limitándose a reducir su consumo y producción.
Así, la Unión Europea lo ha rechazado al considerarlo “claramente insuficiente y no adecuado para abordar el problema”, según ha manifestado, Wopke Hoekstra, comisario de Acción Climática del bloque comunitario.
A su vez, recuerda que los científicos son “muy claro” respecto a lo que se necesita hacer para controlar el cambio climático.
“La eliminación gradual de los combustibles fósiles es una de las prioridades de la agenda de la Unión Europea”, aseguró.
Además, destacó el vínculo directo existente entre la eliminación gradual y la meta de “sacar a la Tierra y a las personas del peligro”. “Simplemente, no podemos aceptarlo”, ha sentenciado. No obstante, la delegación europea continuará negociando cuanto sea necesario.
En esa línea, Jan Kowalzig, experto en clima de Oxfam, ha calificado el borrador de acuerdo de la COP28 como un texto “muy débil”.
Asimismo, ha recordado que ni se menciona los objetivos de triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética. “La COP28 no debe terminar así”, ha señalado.
Al mismo tiempo, avisa de que el objetivo de 1,5 grados del Acuerdo de París se tirará con este borrador. “A pesar de las garantías en sentido contrario en otras partes del texto”, afirma.
Por eso, hace un llamamiento a la UE a no respaldar el borrador y la declaración que salga de él. Es más, advierte que los países en desarrollo deben exigir mejoras importantes.
“El capital fósil” gana en la COP28
En el mismo sentido que Hoekstra se ha pronunciado Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica española y voz en la Cumbre de la Presidencia del Consejo de la UE.
Tanto el comisario como la ministra ven difícil “alcanzar un acuerdo a las 11 de la mañana” de este martes, como quiere la presidencia de la COP28.
De hecho, para Ribera quedan todavía “horas o días” para alcanzar un pacto.
Por su lado, Susana Muhamad, ministra de Ambiente de Colombia, ha criticado con dureza el borrador. Según ella, que se ha mostrado muy activa con ambiciosas propuestas climáticas, “el capital fósil” sale ganando en el texto.
Dicho esto, analistas, ecologistas y negociadores no creen que el Balance Global salga adelante tal y como está. No en vano, deben aprobarlo por consenso los 198 países representados en la COP28.
Aunque el texto sí reconoce la necesidad de apresurarse en la transición energética “sostenible, asequible e inclusiva”, no se menciona la “phase out”.
Es decir, la eliminación de los combustibles fósiles, habilitando el uso de todos los que se basen en tecnologías de captura y almacenamiento de CO2.
Algo que, sin embargo, ha recibido duras críticas de los científicos, puesto que no se evitan las emisiones a la atmósfera.
En cambio, se habla de una “rebaja de la producción y consumo” de combustibles fósiles para conseguir el objetivo de ser cero emisiones netas en 2050 o antes, pero no su eliminación.