El acuerdo, independientemente de sus contenidos, se descalifica de entrada por 5 motivos:
1º Porque es una estafa electoral a la ciudadanía, tanto a la que votó como a los que se abstuvieron. La votación habría variado radicalmente si lo que ahora se pretende hubiera figurado claramente en las propuestas del PSOE.
2º Porque lo que pretende ese acuerdo, amnistía y votación para la secesión, es injusto Así lo dijeron hasta 12 ministros del Gobierno del PSOE, en los actos públicos previos a las elecciones generales del pasado 23 de julio, prometiéndonos que impedirían la amnistía y la autodeterminación.
3º Porque significa una desautorización expresa de los altos tribunales que ya sentenciaron los hechos de 2017 y a sus autores.
4º Porque es de una indignidad en grado superlativo, nunca vista hasta ahora, que las máximas autoridades del gobierno español, se hayan desplazado al extranjero, para negociar con un prófugo de la Justicia.
5º Porque el mantenimiento en la Moncloa de ningún presidente de gobierno merece tal chantaje, oprobio, y humillación para el conjunto de la ciudadanía, que degrada hasta un nivel nunca visto a los políticos de un gobierno.
Entrando ya en el análisis pormenorizado del texto del acuerdo hacemos notar 2 grandes bloques:
BLOQUE A: Que describe literalmente que acuerdan los desacuerdos:
A1.- “El PSOE y Junts reconocen sus profundas discrepancias y son conscientes de la complejidad y de los obstáculos del proceso que se disponen a emprender”
A2.- “Junts considera legítimo el resultado y el mandato del referéndum del 1 de octubre, así como la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017” Mientras “El PSOE niega toda legalidad y validez al referéndum y a la declaración, y mantiene su rechazo a cualquier acción unilateral.
A3.- “Junts propondrá la realización referéndum autodeterminación en base art 92 CE” mientras que “El PSOE se mantendrá en la defensa del Estatut de 2006”
A4.- sobre la financiación a futuro de la comunidad autónoma: “Junts propondrá de entrada una modificación de la LOFCA que establezca una cláusula de excepción de Catalunya que reconozca la singularidad en la que se organiza el sistema institucional de la Generalitat y que facilite la cesión del 100% de todos los tributos que se pagan en Catalunya” y por su parte “el PSOE apostará por medidas que permitan la autonomía financiera y el acceso al mercado de Catalunya, así como un diálogo singular sobre el impacto del actual modelo de financiación sobre Catalunya” Mas inconcreto, imposible.
BLOQUE B: Los acuerdos explícitos son 3:
1.- Se presentará al Congreso y Senado, una “Ley de Amnistía, para procurar la plena normalidad política, institucional y social como requisito imprescindible para abordar los retos del futuro inmediato… Esta ley debe incluir tanto a los responsables como a los ciudadanos que, antes y después de la consulta de 2014 y del referéndum de 2017, han sido objeto de decisiones o procesos judiciales vinculados a estos eventos” Especial indignación ha provocado en todas las asociaciones de jueces y fiscales, incluidos los de orientación progresista, el apartado que sigue a continuación: “Las conclusiones de las comisiones de investigación que se constituirán en la próxima legislatura se tendrán en cuenta en la aplicación de la ley de amnistía, en la medida que pudieran derivarse situaciones comprendidas en el concepto lawfare o judicialización de la política, con las consecuencias que, en su caso, puedan dar lugar a acciones de responsabilidad”. Traducido: Los actos delictivos pendientes de juicio, que pudieran dar lugar a futuras condenas, deberán tratarse en las comisiones de investigación del Congreso que se constituirán en la próxima legislatura. Es decir, ¡¡ESOS FUTURIBLES PROCESOS JUDICIALES DEBERÁN SER SOMETIDOS AL CONTROL DEL LEGISLATIVO¡¡ ¿Cabe mayor locura¿ Ese descarado ataque a la separación de poderes, no se han atrevido a formularlo así ni los gobiernos ultraconservadores de Hungría y Polonia, que habiendo hecho pinitos en ese sentido, fueron obligados a rectificar por la UE.
El compendio de delitos juzgados y condenados, para los que se pretende esa ley de amnistía, abarcan los de: Falsedad documental; delitos de odio; desórdenes públicos; malversación; prevaricación; desobediencia a la autoridad; revelación de secretos; usurpación de funciones; fabricación de explosivos; injurias; amenazas; atentados contra la autoridad; y lesiones. Poca broma.
2.- “La ampliación de la participación directa de Catalunya en las instituciones europeas y demás organismos y entidades internacionales” para que puedan seguir ampliando los chiringuitos de su ridículo Departament d’Afers Exteriors; traducido: “Ministerio de Asuntos ExtrerioresC@t” para seguir colocando a funcionarios y amigos que duplicarán el gasto en sedes y sueldos, para una tarea, la de representación del Estado Español en el extranjero, que corresponde al Gobierno de España, y no al de sus regiones.
3.- “La investidura de Pedro Sánchez, con el voto a favor de todos los diputados de Junts”. Investidura que no garantiza la legislatura, ya que explicita: “La estabilidad de la legislatura, estará sujeta a los avances y cumplimiento de los acuerdos que resulten de las negociaciones en los dos ámbitos permanentes señalados en el punto segundo”
4.- Y para dejar claro que este acuerdo está cogido con pinzas, recoge explícitamente la desconfianza mutua de los partidos firmantes “acordando dotarse de un mecanismo entre ambas organizaciones, internacional, que tenga las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos entre ambas formaciones a los que se llegue”. Es decir recuperan la famosa figura del relator o mediador internacional, que según declaraciones de Puigdemont en la rueda de prensa de ayer, convocará las reuniones en el extranjero, o en aguas internacionales…
Lo cual deja palmariamente clara la ilegitimidad de los autores acuerdo, ya que si se reunieran dentro de España, los Tribunales de Justicia, que muy a pesar de PSOE y Junts siguen siendo independientes, no solo podrían, si no que deberían detener a esos delincuentes procesados y fugados.
Tal disparate jurídico y político, se pretende –dicen- en nombre de la concordia y la convivencia, en vez de decir que es en beneficio personal de Pedro Sánchez.
Para cerrar el paso a un gobierno de los conservadores del PP con la ultraderecha xenófoba española; Sánchez nos propone un gobierno del PSOE apoyado por la ultraderecha xenófoba catalana.
Desde AIREs-La Izquierda rechazamos abiertamente ambas posibilidades de gobierno, en el convencimiento de que serían sumamente perjudiciales para los intereses de la clase trabajadora y del pueblo en general. La alternativa contra gobiernos conservadores, que ya nos han demostrado que su interés principal es promover la corrupción económica para beneficio propio de sus gobernantes, que cobran segundos sueldos en “B”, al mismo tiempo que limitan los derechos y libertades políticas y recortan las prestaciones económicas y sociales para la clase trabajadora; no puede ser la de un gobierno, que lejos de promover la concordia nacional, provoca justamente lo contrario, los enfrentamientos y la polarización política exacerbada, fruto de su cesión al chantaje de las oligarquías nacionalistas catalana y vasca.
La vía que el actual gobierno pretende iniciar nos lleva irremisiblemente a la confederación, es decir a la atomización territorial de la nación española. Con el tremendo peligro de que pueda derivar en la balcanización de España.
Cuando el mundo se ha globalizado; cuando las multinacionales comienzan a tener más poder que los propios estados-nación; dividir estos estados en micro estados regionales, y con ello trocear a la clase trabajadora y a sus sindicatos, solo beneficia objetivamente a los dueños del gran capital. Ellos unifican sus grandes monopolios, transformándolos en oligopolios, para maximizar sus beneficios, mientras financian nuestra división.
El nacionalismo secesionista es un cáncer para la clase trabajadora, que mientras permanece entretenida con estos fuegos de artificio, se desmoviliza y deja de luchar contra los recortes sociales en educación o sanidad, que cada día son de peor calidad. O por la mejora de sus condiciones de vida en trabajo y vivienda, mientras aumenta la pobreza que ya afecta a 1 de cada 4 españoles.
Si Sánchez no pretendiese el hundimiento absoluto de un partido centenario como PSOE, a base de laminar su democracia interna, potenciando el control burocrático de los pesebres institucionales, no habría hecho un referéndum interno hace 2 semanas, engañando a sus propios afiliados, preguntándoles por un acuerdo del que se desconocía el contenido y donde ni siquiera figuraba la palabra amnistía. Aun así, el 40% se abstuvo y el 12% le voto en contra.
Si Sánchez tuviera un poco de decencia política, de ética personal; si tuviese un mínimo sentido de estado, no forzaría a una investidura que está sujeta al chantaje de los independentistas y a la inestabilidad permanente durante 4 años.
Si Sánchez no fuera un Atila político, tan temerario como irresponsable, sembraría para mañana y dejaría que creciera la hierba al su alrededor, permitiendo ir a nuevas elecciones el 14 de enero, donde muy posiblemente, vista la experiencia de estos últimos 4 meses, el pueblo español votaría de forma diferente al 23 de julio pasado, y no permitiría que el 7% de los votos que la secesión obtuvo entonces mantuviese cautivos a la mayoría constitucional.
Si Sánchez fuera un político honrado, pondría los intereses de su país por delante de sus intereses personales.
En cualquier caso, AIREs-La Izquierda se opondrá resueltamente a esa ley de amnistía cuando se presente; dejando claro por adelantado, que en esa resuelta oposición al Gobierno, jamás vamos a coincidir en una misma trinchera con los que se están manifestando estos días con la misma violencia que los CDR en Cataluña, jaleados por los recalcitrantes del fascismo español, que reivindican otro 1936 y la abolición de la Constitución de 1978.
Desde AIRES –La Izquierda, aspiramos a ser el catalizador de la izquierda del PSOE y daremos la batalla desde espacios propios.
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