Más de 36 millones están llamados a las urnas.
No es probable que alguno de los ocho candidatos en las elecciones presidenciales que se celebran hoy en Colombia obtenga los votos suficientes para proclamarse ganador y no ir a una segunda vuelta, que se celebraría el 17 de junio. El eje central de la campaña ha sido el acuerdo de paz con las FARC. 36 millones de colombianos están llamados a depositar su papeleta a lo largo de la jornada de hoy, mientras que otros casi 820.000 residentes en el extranjero llevan votando desde el lunes para elegir un nuevo presidente para los próximos cuatro años, en unos comicios en los que ocho candidatos aspiran llegar a la Casa de Nariño, entre ellos el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras o Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno en las conversaciones de paz con la guerrilla FARC. Rodrigo Londoño Echeverri, Timochenko, se retiró de la carrera presidencial debido a su delicada salud.
Quienes tienen más opciones de lograr la victoria son el candidato de la coalición de derechas de Centro Democrático y la formación del ex mandatario Andrés Pastrana, Iván Duque, y Gustavo Petro, líder de la Coalición Colombia Humana formada por cinco partidos de izquierda, incluida Unión Patriótica. El ex alcalde de Bogotá fue quien, inicialmente, lideraba la carrera presidencial, pero en los últimos meses duque se ha puesto en cabeza, con un 40% de la intención de voto y 10 puntos por encima de Petro. De ahí que sea improbable que ninguno de los dos se hace con el triunfo en la primera vuelta puesto que necesitarían conseguir al menos el 50% más uno de los votos. Pero no se puede olvidar a Sergio Fajardo, un profesor universitario que hace diez años comenzó a transformar Medellín, eliminando la triste herencia de Pablo Escobar. Su coalición está formada por Polo Democrático y el Partido Verde, y cuenta con el 10% de la intención de voto a los centristas de uno y otro lado.
Elecciones sin guerra
Estas de hoy son las primeras elecciones en medio siglo con una Colombia en paz después de la firma del Tratado en 2016 entre el Gobierno del presidente saliente, Juan Manuel Santos y las FARC, ahora con las mismas siglas convertidas en partido político, pero con otro nombre, Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. El Ejército de Liberación Nacional, ELN, ocupa ahora su lugar entre las guerrillas de Colombia, aunque ya esté en conversaciones con el Ejecutivo colombiano. Sin embargo, el país no ha conseguido librarse de la violencia. En los dos últimos años, alrededor de 300 líderes sociales y activistas y 50 ex guerrilleros de las FARC han sido asesinados, según datos aportados por el Defensor del Pueblo y la Fiscalía.
El horizonte se dibuja incierto, aunque puede darse por primera vez en siete décadas la oportunidad de que la izquierda se haga con el poder si el voto por el sí a la paz se concentra en torno a Pedro, mientras que Duque se mantiene contrario al acuerdo con las FARC, afrontando, así, el choque definitivo del 17 de junio. En contra del líder de la izquierda colombiana prevalece la asociación que los ciudadanos del país hacen entre izquierda y guerrillas y el ataque de la derecha que trata de vincular a Petro con el castro-chavismo, como se puede leer en alguno de los eslóganes del Centro Democrático: “Vota para que Colombia no sea otra Venezuela”.