Hoy el voto de las mujeres de Estados Unidos, definitivo para frenar a Trump

Hoy el voto de las mujeres de Estados Unidos definitivo para frenar a Trump

Se celebran elecciones legislativas de mitad de mandato.
El posible acceso de un importante número de mujeres al Congreso de Estados Unidos puede marcar el freno definitivo a las políticas de Donald Trump. Mientras, siguen creciendo las movilizaciones femeninas como #MeToo y también lo hace la indignación por el nombramiento del juez Brett Kavanaugh y la separación de familias de inmigrantes en la frontera.

Se ha batido récord de candidaturas femeninas como respuesta a la política del presidente. Jim Sinzdak, directora adjunta del Center for American Women and Politics, CAWP, así lo explica. Prueba de ello es que 235 candidatas se han impuesto en primarias con una forma de hacer campaña diferente, tratando de compensar la baja paridad en la política estadounidense, donde solo 107 mujeres están presentes entre los 535 escaños del Congreso, siendo 23 senadoras de 100, 84 de 435 de la Cámara de Representantes y 6 gobernadoras de 50.

No obstante, las mejores previsiones otorgarían el 25%. Con todo, la entrada en la política estatal y local debe servir para fortalecerse frente al “machismo modernizado” de Trump, dice María Solana, especialista en género del Instituto Elcano.

Así, se presentan 183 candidatas demócratas, mientras que las republicanas son 52. “La verdadera oposición a las políticas contra los derechos de las mujeres, como el aborto, se hizo sobre todo desde organizaciones de mujeres, no desde el Partido Demócrata”, después de la derrota en las presidenciales de 2016, señalan desde el Instituto Elcano.

Sinzdak indica que es normal que haya pocas mujeres en el Partido Republicano, a pesar de que Trump ha girado más a la derecha. Muchas se han presentado, pero en su mayoría se han quedado fuera de las primarias porque “las republicanas tienen voces más moderadas y no encuentran su sitio en un partido que se ha vuelto más conservador”.

Son las mujeres demócratas las que mayor posibilidad tienen de lograr un escaño al emerger un tipo de votación basada en el género y no en el partidismo, y el electorado femenino es tradicionalmente demócrata. Mientras que el presidente atrajo el voto del 53% de las mujeres blancas en 2016, Hillary Clinton lo hizo en el 95% de afroamericanas y latinas.

En opinión de Solana, el avance en política de la mujer será importante, aunque no “revolucionario”. La carrera electoral tiene un elevado coste, más aún en un escenario en el que domina el hombre y en el que es extremadamente difícil ganar a candidatos ya electos, que cuentan con el “80% de probabilidades” de vencer. En opinión de la especialista de género del Instituto Elcano, al ritmo al que las mujeres ocupan los cargos políticos será necesaria una década para alcanzar la paridad.

Por su lado, la directora adjunta del CAWP cree que las mujeres irán ganando terreno en próximas elecciones y que también habrá nuevos mensajes en las campañas. Por ejemplo, la maternidad como herramienta para destacar la capacidad de liderazgo, denunciar el acoso o el camino hacia la igualdad.

Según un sondeo del Pew Research Center, son mayoría entre los estadounidenses los que den positivo que haya mujeres en política, pero no hay acuerdo en sí una mayor presencia femenina llevará a mejores políticas. Solana entiende que la sociedad norteamericana está atravesando un momento de “profunda división por un presidente tan disruptivo” y está aumentando la brecha entre los demócratas y los republicanos. Estos piensan que se ha hecho “mucho o incluso demasiado en materia de igualdad, frente a los demócratas, que consideran que queda mucho por hacer”.

El espectro de las candidatas es muy diverso. Por ejemplo, por Michigan, se presenta Rashida Tlaib, la primera musulmana en el congreso, mientras que Ilhan Omar, somalí -en la fotografía-, podría convertirse en la primera musulmana en la Cámara de Representantes. Por otro lado, Christine Hallquist es la primera candidata transgénero a gobernadora, en Vermont, mientras que Deborah Haaland, en Nuevo México, y Sharice Davids, en Kansas, son las primeras indígenas. Barack Obama y Oprah Winfrey apoyan a Stacy Abrams que, si gana en Georgia, se convertiría en la primera gobernadora afroamericana.

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