El ‘galope de Gish’ o las mentiras de Feijóo

El ‘galope de Gish’ o las mentiras de Feijóo

Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, utilizó el llamado ‘galope de Gish’, por Duane Gish, un creacionista que utilizaba esta técnica en los debates contra los evolucionistas.

Dicha técnica consiste en apabullar a su adversario con datos tergiversados, o directamente falacias, mentiras o medias verdades, impidiendo un debate serio y argumentado.

Puede dar la sensación de que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, perdió el cara a cara de este lunes, precisamente, por el hábil uso de esta técnica. Pero debatir así, es debatir haciendo trampas.

Al adversario no le da tiempo, o necesita más tiempo, para refutar los argumentos del oponente que utilizó el ‘galope de Gish’.

Así, el formato del debate no favoreció a Sánchez y sí, y mucho, a Feijóo, quien constantemente lanzaba una batería de datos sin esperar a que se refutaran.

Ni siquiera se molestaba en argumentarlos. Lanzaba los datos y hacía creer que la demostración de sus máximas quedaba por escrito sobre la mesa del debate.

Lo mismo no es casualidad que el cara a cara se celebrara en Atresmedia, teniendo como uno de los moderadores a Vicente Vallés, archienemigo del presidente.

Una lástima que los verificadores de información no tuvieran cabida en el debate para, precisamente, refutar o confirmar las ‘verdades’ y mentiras de Feijóo. Habrían podido desmontar trece mentiras, una media verdad y un ‘bluf’.

Y es que el líder popular mintió especialmente en los datos económicos, de paro, de ocupación, de empleo. Lo curioso es que todos esos datos son perfectamente constatables puesto que son públicos elaborados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Sin embargo, nadie se va a poner a buscarlos. En cambio, en Diario Progresista los publicamos mes a mes, con un enlace a los documentos propios del INE. Por si acaso, aquí está el enlace a la página de Estadística.

Al galope de Gish en empleo

Cabe recordar que el INE es un organismo independiente del Gobierno. Otros datos los ha publicado Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, que, precisamente, no es sospechosa de ser socialcomunista.

De este modo, el primer ‘galope de Gish’ que utilizó el líder del PP fue en los datos de empleo. Sánchez, aseguró, es “el tercer presidente de España que menos empleo ha creado”. Falso.

Bueno, lo mismo es verdad, pero peor que Sánchez fue, en todo caso, Mariano Rajoy. Con el gobierno de éste se crearon en torno a 1.192.000 empleos en dos legislaturas.

Sin embargo, el Ejecutivo de coalición ha creado más de un millón y medio de puestos de trabajo, atendiendo a las últimas cifras, que corresponden a junio.

A día de hoy, hay casi 20,9 millones de personas ocupadas y afiliadas a la Seguridad Social. Si no nos creemos los datos del Ministerio del ramo, entonces podemos decir lo que queramos, eso está claro.

Por otro lado, Feijóo también mintió respecto a la excepción ibérica. Llegó a decir que el precio de la energía cuadruplica el de la media de la Unión Europea. Al menos esto es algo que de algún modo se puede constatar en la factura de la electricidad.

Pero no sólo es una mentira. Es una falacia descomunal ante un éxito del Gobierno de coalición y, en concreto, de Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica.

Además, la medida ha recibido el aplauso de toda Europa e, incluso, de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

Por cierto, es del PP europeo y tiene intención de implantar la medida en el resto de países de la Unión.

El líder popular se inventa intenciones de otros

A día de hoy, incluso con los precios bajando en todo el bloque comunitario, la electricidad es más barata en España. Es más, cabe recordar que el mecanismo ibérico lleva sin activarse desde febrero.

Sin embargo, Feijóo tuvo el cuajo de inventarse otra cosa: no sólo la derogaría él, sino que “Europa va a derogar la excepción ibérica”.

Es decir, se inventó las intenciones de Bruselas, que lejos, de ello, pretende generalizar el mecanismo.

“Estamos listos para discutir un límite al precio del gas que se usa para generar electricidad”, dijo Von der Leyen ante la Eurocámara.

Y llegamos a una media verdad: la deuda y esto hay que explicarlo bien, pero, claro, usando el ‘galope de Gish’, es complicado refutarlo.

Según Feijóo, Sánchez es el presidente que más “deuda ha metido” de entre los Estados miembro de la Unión Europea. No es mentira, pero tampoco es del todo verdad.

Así, es cierto que la tasa de deuda pública sobre el PIB se ha incrementado en un 15%, según Eurostat. Ahora sí le vienen bien los datos europeos al líder popular. En cambio, no es un 16%, como dijo el dirigente del PP. Seguramente redondeó al siguiente número par.

El incremento medio de los países del bloque comunitario es del 6%, aunque Feijóo dijera que era el 8%. Así, la deuda pública se ha disparado del 98,2% al 113,2%.

Sin embargo, en términos absolutos, la diferencia con Europa no es tanta. Desde 2019 hasta el cierre de 2022, la deuda de las administraciones públicas españolas aumentó un 23%, frente al 22% de la UE y el 21% de la eurozona. Esto, según la socialcomunista Eurostat.

Como presidente gallego, Feijóo elevó la deuda un 135%

No vamos a entrar en profundidad en otra de las mentiras del popular. Tan sólo mencionar que también mintió con eso de que es el presidente de una comunidad autónoma que menos ha aumentado la deuda. En este caso, de Galicia.

Sólo reseñar que, al acabar 2022, la deuda gallega superaba a otras seis regiones, con un 17% respecto al PIB, según sus propios datos. Será que las otras comunidades mienten.

Otro dato, al menos impreciso, es que Sánchez es “el primer ministro europeo que más gas compra a Putin”.

Y es que todo hay que explicarlo. Se podrá discutir acerca de por qué Argelia vende menos gas a España, que podría haberlo hecho. Pero no lo hizo.

La cuestión es que, debido a esa reducción de las importaciones de gas argelino, Rusia es el segundo proveedor, detrás de Estados Unidos.

De nuevo, hablando en términos porcentuales, efectivamente, ha aumentado, pero la cantidad no es tan grande como insinuó Feijóo.

A España llegaron 51.484 GWh de gas natural y 4.478 GWh de gas natural licuado procedente de Argelia en el primer semestre de 2022. En cambio, sólo fueron 37.739 GWh procedente de Rusia.

Asimismo, hay que mencionar que los Estados no compran el gas directamente, sino que lo hacen las empresas privadas. El Gobierno se ha tenido que limitar a instar a estas compañías a dejar de comprar gas ruso.

Por último, en el terreno económico, no es cierto que el gobierno de coalición haya subido los impuestos 42 veces. De hecho debe ser una cifra al azar porque el Ejecutivo impulsó seis subidas en 2021 y otras nueves en 2022.

Más ‘galope de Gish’ en el bloque social

A estas subidas se unen los tres impuestos temporales a la banca, las energéticas y las grandes fortunas. De momento van 18, aunque podrían considerarse el Impuesto de Sociedades, el aumento del tipo de ahorro en el IRPF o la reforma del impuesto de plusvalía.

Como paso entre el bloque económico y el social, el líder popular también mintió al decir que el PP votó a favor de blindar la revalorización de la pensiones según el IPC.

Su partido, ya con él a los mandos, votó en contra en 2021. Después, en marzo de 2023, volvió a hacerlo en contra de ampliar los derechos de los pensionistas. Igual que para reducir la brecha de género y fijar un marco de sostenibilidad del sistema público.

Por otro lado, es falso que Unidas Podemos votara en contra del Pacto de Estado contra la violencia machista. Fue Vox, su socio en no pocos ayuntamientos y gobiernos regionales. Pero Feijóo no rectificó pese a que Sánchez le insistió en que fue Vox y no Unidas Podemos.

Al mismo tiempo, se inventó que Galicia es la única región en que la educación infantil de 0 a 3 años es gratuita. Que se lo digan a La Rioja, o a aquellas escuelas infantiles con plazas limitadas gratuitas en Asturias, Cantabria, Madrid y Comunidad Valenciana.

Y así siguió con su técnica de ‘galope de Gish’ en el resto de asuntos, como vivienda, mintiendo de nuevo, o la okupación de viviendas, diciendo cifras falsas.

Llegó a acusar a Sánchez de falta de colaboración en el caso Pegasus. Según dijo, esto ha llevado a que la Audiencia Nacional archive la causa. No es cierto.

La causa se ha archivado por falta de comunicación por parte del Gobierno de Israel, que no ha respondido la comisión rogatoria.

Y el ‘bluf’

El líder popular propuso al presidente firmar allí mismo un acuerdo por el que el perdedor de las elecciones facilitará la investidura al ganador.

Un reto que sabía que Sánchez no aceptaría. Las razones que llevaron al líder socialista a no aceptarlo sólo las sabe él, pero sí es cierto que ese pacto sería insultar a líderes territoriales, como Guillermo Fernández Vara.

Así se lo recordó en varias ocasiones a que en Extremadura la coalición PP-Vox impide que el presidente autonómico saliente, que fue el ganador, gobierne.

Sea como fuere, la táctica le salió bien a Feijóo y aparentó que sus datos abrumaban. Pero eso no es debatir. En el debate no hubo propuestas, ni de uno ni de otro, pero, sobre todo, lo que no hubo fueron verdades por parte de Feijóo.

Hizo trampas y eso no es debatir, es un monólogo antidemocrático. No es mostrar ideas y propuestas a los votantes, aunque, ¿a quién le extraña?

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