La celebración de elecciones municipales en Francia sigue adelante, independientemente de la declaración del estado de excepción. Emmanuel Macron, presidente del país ya prohibió las concentraciones de más de un centenar de personas. Ello, como medida de prevención para evitar la expansión del coronavirus. En el país, ya se han registrado 80 muertos como consecuencia de la pandemia.
Pero Macron no ha querido que se modificase la fecha de las elecciones municipales. Considerando que supone un mensaje de tranquilidad frente a la crisis. En cambio, el pasado sábado fue confirmado un caso de coronavirus dentro del Gobierno. Se trata de Brune Poirson, secretaria de Estado para la Transición Ecológica.
Los seis presidentes regionales también solicitaron que se aplazaran las elecciones municipales. Sin embargo, su petición no ha sido tenida en cuenta. A pesar de la convocatoria electoral, Edouard Philippe, primer ministro francés anunció, el sábado por la noche, el cierre de “lugares públicos no esenciales”. Tal es el caso de restaurantes, bares o cines.
De esto modo, entre este domingo y el 22 de marzo, los ciudadanos franceses elegirán a unos 35.000 alcaldes en las elecciones municipales. Quien logre más del 50% de votos será directamente el ganador.
A pesar de que los hospitales manifiestan estar al límite de la situación, el presidente francés parece que considera que tiene el control. Por lo menos, parcialmente y a largo plazo. Por su parte, Martin Hirsch, director general de la Asistencia Pública-Hospitales de París (AP-HP), realizó el sábado unas declaraciones. En ellas dijo que “esta institución nunca se ha enfrentado a un fenómeno de tal magnitud, a tanta velocidad y con tanta complejidad”.
En relación a que en las elecciones municipales pueda darse un índice muy alto de abstención Christophe Castaner, ministro del Interior, se ha pronunciado. Castaner trasladó que “este sábado la democracia sucederá en buenas condiciones”.