El periodo al alza que venía registrando la Reserva Federal (Fed) se ha visto gravemente afectado por un factor que, no había sido previsto y que ha puesto en evidencia, la vulnerabilidad del mercado.
El coronavirus está causando estragos en Wall Street, algo que obliga al Fed a acudir al rescate de las bolsas, ya que los desplomes que están sufriendo no se veían desde 2008. Las firmas Goldman Sachs y JPMorgan han demostrado que no es posible garantizar ganancias en el ejercicio 2020, por lo que la volatilidad del mercado ha quedado en evidencia para el Fed.
Al principio, el efecto del coronavirus se consideró un simple contratiempo que afectaría a Wall Street durante un periodo corto. Pero ahora ese impacto está demostrando que las consecuencias pueden ser imprevisibles, temiendo incluso que comience una época de bajas en las bolsas, después de un periodo de más de diez años en alza.
Ante esta situación, se han agudizado las presiones para que la Fed baje los tipos de interés. Existe un 70% de probabilidades de que las tasas sufran un recorte en la reunión que se celebrará el próximo 18 de marzo. En la misma, se revisarán los datos macroeconómicos. Algunos expertos consideran que se aplicarán hasta tres nuevas rebajas en 2020. La decisión de la Fed dependerá de las cifras que refleje el mercado laboral de febrero.
En caso de que las cifras de creación de empleo y el nivel de paro se vean gravemente afectadas por el efecto del coronavirus, está meridianamente claro la reacción del Fed, por lo que el dinero bajará de rango de entre el 1,5% y el 1,75% en el que en el que está desde diciembre.
Jerome Powell, presidente de la reserva Federal (Fed), afirmó que los acontecimientos están siendo analizados detenidamente. «Utilizaremos nuestras herramientas y actuaremos como sea apropiado para apoyar la economía», trasladó. Powell quiso aclarar que EEUU está fuerte en esta situación pero admitió que la epidemia «plantea riesgos en la evolución de la economía».
Se considera como algo seguro que el crecimiento de EEUU se verá afectado. Janet Yellen, presidenta de la Fed hasta 2018, también ha avisado de que la economía del país podría entrar en recesión como consecuencia del impacto del coronavirus.
Por su parte, JPMorgan cree que si la Fed interviene, los mercados se salvarán. Así S&P 500 podrá cerrar el año en los 3.400 puntos, encontrándose ayer en los 2.900. Tal y como considera el banco, los inversores han de tener en cuenta los efectos que produzcan las intervenciones en los bancos centrales respecto a la política monetaria, el efecto de la cual puede ser más largo que el efecto del coronavirus.
De todos modos, existe mucho escepticismo acerca de si la intervención de la Fed lograría frenar la crisis. Las cadenas de suministros y la industria del transporte se está viendo muy afectada, por lo que existen muchas posibilidades de que con abaratar el precio dinero no se revertiría la situación.
El euro ya está sufriendo las consecuencias de las expectativas de la Fed de rebajar los tipos, puesto que ha frenado su carrera bajista frente al dólar y ha tenido la mayor subida en nueve meses. El dólar se ha convertido en una divisa insegura debido al efecto del coronavirus y a las caídas bruscas que ha registrado Wall Street.