“Parece que obliga a ir a elecciones”, ha advertido María Guardiola, presidente del PP de Extremadura, respecto a la actitud de Vox en las negociaciones. “Ha antepuesto sus ansias de poder y esa soberbia al cambio”, ha lamentado.
Tras constituirse la Asamblea regional este martes en Mérida, la dirigente popular ha hecho estas declaraciones en rueda de prensa.
Así, la falta de acuerdo entre el PP y la formación de ultraderecha ha supuesto que la Presidencia de la Cámara recayera en el PSOE. Fue la lista más votada.
Durante su intervención, la presidente del PP de Extremadura aseguró intentó “por todos los medios” y “hasta última hora” un acuerdo con Vox.
Algo que, dijo, fue imposible, después de lo cual subrayó que “no es el poder lo que está juego, es la dignidad de esta tierra”.
Asimismo, explicó que no puede “dejar entrar en gobierno a aquellos que niegan la violencia machista. A quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI”.
A su vez, aseguró que cree “en una Extremadura inclusiva, moderna, respetuosa y solidaria”. Además, “por supuesto, en una Extremadura donde el amor no admita matices”, sostuvo.
Cambiar Extremadura
“La política no debería servir para ocupar sillones, sino para mejorar la vida de los demás”, señaló. A renglón seguido, reiteró que su “único objetivo” es “cambiar” Extremadura para mejorar la vida de la ciudadanía.
Al mismo tiempo, aseveró que es “una servidora pública con principios, con ideas y con compromiso”.
Tras ello, afirmó que “una cosa es negociar, y otra muy distinta es mercadear con la ilusión de Extremadura”. En ese punto recordó que el PP obtuvo 28 diputados, el 38,8% de los votos, cuando Vox logró 5 escaños, el 8,12% de los sufragios.
Ante eso, “con todo el respeto a los votantes” del partido de Santiago Abascal, Guardiola cree que “el rol adecuado a sus resultados es apoyar el PP y no al revés”.
En consecuencia, advirtió, no va a “a firmar un acuerdo de gobierno ni un pacto asimétrico y lleno de condiciones”. “Yo no voy a regalar consejerías ni voy a entrar en batallas culturales que están superadas, porque se trata de solucionar el futuro de los extremeños”, sostuvo.
“El camino más fácil hubiera sido ceder y ser presidenta a cualquier precio y traicionar a mi tierra y lo que prometí en campaña”, defendió. Sin embargo, “esa no soy yo”, sentenció.