Más de 140.000 millones de euros de los 750.000 millones del fondo de recuperación vendrán a España, 72.000 de ellos en forma de transferencias directas. En la madrugada de ayer, amaneciendo en nuestras costas del Este, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo anunciaba en redes sociales: “¡Acuerdo!”.
España, con esos más de 140.000 millones, será el segundo país más beneficiado de este fondo, justo después de Italia, que recibirá 209.000 millones. Más de 81.000 millones que podrían ir al país transalpino serían en subsidios no reembolsables y el resto en créditos.
El último plan presentado por el belga que preside el Consejo Europeo contempla mantener la cuantía total de 750.000 millones de euros en ayudas a los países más afectados. Tras cuatro días de negociaciones, se aceptaba la propuesta de 390.000 millones en transferencias directas.
Son 110.000 millones de euros menos del plan original, que suponía medio billón de euros en subsidios no reembolsables. La fuerte resistencia ofrecida por el autodenominado grupo de los ‘frugales’, con Mark Rutte, primer ministro de Holanda a la cabeza, obligó a variar los planes iniciales.
Si por Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca hubiera sido, las transferencias directas se habrían visto reducidas a 155.000 millones de euros. Una cifra para nada realista y que era más una posición de partida para la negociación que una propuesta real.
Tampoco lograron reducir la cuantía total y en eso Michel se mostró firme. Era la cifra que la Comisión Europea, con Ursula von der Leyen, su presidente, en primera, línea defendió y mantuvo hasta el final.
En el capítulo de las condiciones, la pretensión de Rutte de fiscalizar las reformas que los países beneficiarios deban acometer no salió adelante. Ni siquiera sus socios ‘frugales’ estuvieron de acuerdo con la unanimidad pretendida. Tampoco le convenía al holandés aparecer en la foto junto al húngaro Viktor Orbán.
Eso sí, el presidente del Consejo Europeo forzó un poco más para acercarse a la posición de los más reticentes en el capítulo del ‘freno de emergencia’. Sin embargo, ahora parece más difícil que un solo país pueda bloquear el acceso a las ayudas. Tan sólo se necesitará mayoría cualificada para que el Consejo las autorice.