El presidente del Tribunal Supremo pide disculpas por la gestión de la sentencia de las hipotecas

El presidente del Tribunal Supremo pide disculpas por la gestión de la sentencia de las hipotecas

El presidente del alto tribunal aclara que no recibió la llamada de ningún banco alertando de riesgo sistémico.
Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo, ha pedido disculpas por lo que ha reconocido una gestión “deficiente” al respecto de la sentencia por la que se adjudicaba a los bancos la obligatoriedad de pagar el impuesto hipotecario que antes recaía en los clientes y ha dicho que no ha recibido la llamada alertando de “riesgo sistémico” por parte de ningún banco respecto a este asunto.

Lesmes, después de inaugurar la jornada de puertas abiertas en el Tribunal Supremo, ha indicado que, una vez conocida la resolución que modificaba la jurisprudencia que existía hasta el momento sobre dicho tributo, en varias ocasiones habló con Luis María Díez-Picazo, presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, al cual sugirió aclarar, mediante una nota informativa, el alcance de la sentencia, pero no lo consideró oportuno. Aun así, no cree necesario pedir su dimisión.

“Yo no recibí ninguna llamada de ninguna entidad bancaria alertándome de riesgos sistémicos”, ha respondido Lesmes al ser preguntado por los periodistas. Sí ha expuesto que habló en varias ocasiones con el presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo una vez que la sentencia fue notificada.

“Me llamó varias veces a lo largo del día y me dijo que había tenido conocimiento por la prensa de la sentencia”, ha aclarado Lesmes en relación con la polémica resolución que se adoptó en una de las secciones de la Sala presidida por Díez-Picazo.

Al siguiente día, y una vez que los medios se habían hecho eco sobre la controversia surgida en que si eran las comunidades autónomas o eran los bancos quienes debían realizar las gestiones a los clientes, Lesmes le sugirió que se redactara una nota aclaratoria.

“La sentencia no se refiere a si los efectos van a ser a partir de la propia sentencia, si va a tener una retroacción de cuatro años, que es el plazo legal establecido para reclamar a las administraciones por parte de los deudores, o si iba a ser ilimitado dicho plazo”, ha dicho Lemes, presidente del Supremo.

Ha expresado, además, su preocupación por el impacto judicial de esta resolución “teniendo en cuenta que cuando se dictó por el Pleno de la Segunda la abusividad de las cláusulas suelo, se generaron 250.000 demandas y no un colapso pero sí una situación difícil en la jurisdicción civil”.

El hecho de que existían “incertidumbres” fue lo que llevó a Lesmes a pedir a Díez-Picazo que se sacara una nota aclaratoria para generar “una cierta calma”. “Al señor Díez-Picazo no le pareció oportuno hacer la nota aclaratoria, me dijo que no estaba de acuerdo, y un tiempo después me comunicó que lo que iba a hacer era convocar un Pleno de la Sala Tercera del Tribunal Supremo para que resolviera los asuntos pendientes”.

Lesmes explica que la nota aclaratoria habría evitado que se generara “desconfianza” y se conseguiría despejar algunas dudas, aunque no todas. “Mientras que la convocatoria del Pleno sí ha generado dudas, a mi juicio indebidamente porque en el Tribunal Supremo cuando se producen modificaciones de jurisprudencia, lo normal es que se examinen en plenos jurisdiccionales, en un modo habitual de nuestra función.

Lesmes considera que la nota de Díez-Picazo ha producido “una percepción de que lo que se quería era revisar”, una percepción que, en consideración de Lesmes, “no se ajusta a la realidad”, ya que el Pleno de la Sala Tercera es “absolutamente soberano para adoptar la decisión que corresponda, ya que está formado por más de treinta magistrados”.

De todos modos, Lesmes advierte que esa “percepción” ha generado “un gran daño reputacional”, al Tribunal Supremo. “Todo esto, sin duda, no lo hemos gestionado bien lamentablemente, y se ha producido una desconfianza indebida en el alto tribunal, y no puedo más que sentirlo”.

Esto le ha hecho pedir perdón a los ciudadanos “que se hayan podido ver perjudicados” a causa de esta “deficiente gestión de este asunto”. Aun así, el presidente ha realizado un llamamiento a la confianza de los ciudadanos y ha dicho que el Tribunal Supremo ha servido “durante 206 años” con eficacia y calidad a la sociedad española, cosa que seguirá haciendo.

“Los problemas de gestión los vamos a corregir, para que situaciones como esta no vuelvan a ocurrir en el futuro”, ha señalado Lesmes, para negar que su intención sea pedir la dimisión de Diez-Picazo. “Es un buen magistrado, ha desempeñado una labor encomiable en el tribunal”, agregando que era profesor universitario, catedrático de Derecho Constitucional cuando fue nombrado magistrado con destino en el Supremo.

Ha señalado, además, que el Tribunal Supremo está al servicio de la sociedad, como por ejemplo la declaración de abusividad de las cláusulas suelo, o la cláusula de gastos, lo que ha hecho “que cientos de miles de españoles puedan recuperar cantidades de la banca”. “El Supremo está al servicio de todos, no está al servicio de ningún sector, ni en contra tampoco -ha puntualizado-. Está para hacer justicia y dar a cada uno lo suyo”.

Para finalizar, ha dicho que “cuando se cometen errores” jamás es por una sola persona, ya que han podido producirse fallos “de comunicación internos”. Y “no se trata tanto de hacer una caza de brujas como de aprender de los errores y procurar que en el futuro no se vuelvan a cometer en ninguna de las salas del Tribunal Supremo”, concluyó.

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