Se le acusa de ocultar al fisco parte de sus millonarios ingresos.
Ayer fue detenido en Tokio Carlos Ghosn, presidente de Nissan, consejero delegado de Renault y director de Mitsubishi, acusado de evasión fiscal después de ser denunciado por la propia empresa. En esta semana se propondrá su destitución. La Fiscalía japonesa ya le ha interrogado. Greg Kelly, otro alto cargo de la firma nipona, también ha sido detenido.
La compañía de automóviles ha emitido una nota en la que dice que “en base a denuncias de informantes, Nissan ha llevado a cabo una investigación interna durante los últimos meses, relativa a irregularidades cometidas por el presidente Carlos Ghosn y el miembro del Consejo Greg Kelly”. En términos similares se ha manifestado Hiroto Saikawa, consejero delegado de la empresa japonesa, en una comparecencia ante los medios después de conocerse la detención.
De la investigación se desprende que Ghosn y Kelly informaron, “durante muchos años”, a las autoridades bursátiles de Japón de cantidades inferiores a las que en realidad recibieron. Según la televisión pública japonesa NHK, el fraude podría alcanzar los 5.000 millones de yenes, alrededor de 38,5 millones de euros.
Asimismo, la firma de automóviles ha comunicado que el presidente utilizó “otros activos de la empresa” para su beneficio, además de otras irregularidades, igual que Kelly.
Saikawa ha convocado para el jueves una reunión extraordinaria del consejo de administración para proponer la destitución de ambos altos cargos. La triple alianza Renault, Nissan y Mitsubishi no se verá afectada, afirmó. Después de manifestar su “indignación, frustración, decepción y desesperación”, han pedido disculpas a accionistas, empleados y clientes del fabricante nipón, para luego confirmar que se analizará lo ocurrido para tomar medidas de forma que no vuelva a suceder algo así.
Las acciones de Renault en la Bolsa del París se han desplomado más de un 10% y las de Nissan en Frankfurt, más de un 7%.