Los letrados se mostraron reticentes.
La Mesa del Parlament acordó ayer, con los votos de JxCat y ERC, que la Cámara catalana se querelle contra el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, algo que puede extenderse a todos los magistrados de la Sala Penal del alto tribunal, y lo hacen pese a las reticencias mostradas por los letrados sobre su viabilidad. Después de que el juez del Supremo prohibiera a Jordi Sànchez acudir al Pleno para ser investido presidente de la Generalitat, Roger Torrent, convocó una reunión extraordinaria de la Mesa para proponer esta iniciativa. La sesión de investidura estaba programada para ayer viernes y, finalmente, se desconvocó. PSC y ciudadanos votaron en contra, mientras que los comuns han recomendado ir por otras vías debido a las “dudas jurídicas” planteadas, aunque sí respaldan la idea.
Ya se ha encargado a los servicios jurídicos la redacción de la querella y su presentación, a pesar de las reticencias mostradas. Además, en esta reunión de la Mesa se pospuso tratar la revocación del voto delegado de Puigdemont propuesta por el PP catalán y Ciudadanos, puesto que entendían que no tenía sentido abordar el asunto después de haber sido anulada la sesión de investidura. Por su parte, el PSC ya había avanzado que no impugnaría el voto del ex presidente catalán.
La Mesa del Parlament se querella contra Llarena
El absurdo nos lleva a pensar que la verdad es la ciencia del error continuado. Algunas piezas políticas se empeñan en decir que la tormenta no es un hecho de la naturaleza, que son ellas mismas las que nos proporcionan el agua que bebemos. Siempre tratamos de utilizar las frases políticamente correctas aunque como en este caso, esas piezas no paren de hacer despropósitos.